Sandra Milo, la famosa actriz italiana y una de las favoritas del aclamado director Federico Fellini, murió ayer a los 90 años de edad en su casa en Roma, informaron sus familiares a medios locales.
Sandrocchia, como también se le llamaba, hizo su debut en la pantalla grande en 1955 en la cinta de Antonio Pietrangeli Lo scapolo (El soltero), pero fue gracias a Fellini, con quien mantuvo una relación en secreto, que tuvo protagonismo en filmes como 8 1/2 (1963) y Giulietta de los espíritus (1965).
Milo era reconocida por su distintiva voz aguda y por protagonizar, junto con algunos de los grandes actores de la industria cinematográfica italiana de la posguerra —como Alberto Sordi y Marcello Mastroianni— algunas películas galardonadas del cine europeo de los años 60, como Il generale Della Rovere (El general de la Rovere), de Roberto Rossellini.
Participó en más de 70 filmes y obtuvo el premio Nastro d’argento a Mejor Actriz de Reparto por su papel de esposa de Fellini en Giulietta de los espíritus, misma que ganó un Globo de Oro por Mejor Película Extranjera en 1965.
Dos décadas más tarde, Milo relató su historia de amor con el director en su libro indirectamente autobiográfico, Caro Federico, aunque declaró en varias ocasiones que su gran amor fue Bettino Craxi, un líder socialista con el que tuvo un amorío en los años 80.
La actriz también incursionó en la pantalla chica como presentadora y, en 1990, en el programa El amor es una cosa maravillosa, fue víctima de una broma que pasó a la historia de la pantalla chica italiana como una precursora de los reality shows de cámara oculta con famosos.
Sandra Milo nunca dejó de actuar y, en 2006, realizó una gira por algunos teatros de Italia con la obra Ocho mujeres y un misterio, en una gira que tuvo un éxito considerable.
Una de sus últimas apariciones en la pantalla grande fue en la película Il più bel secolo della mia vita, de 2023 y en Gigolò per caso, serie de televisión del mismo año.
La Bienal de Venecia publicó en sus redes sociales el mensaje ”¡Ciao Diva!”, calificando a Milo como una actriz “inolvidable y polifacética” tanto en la comedia como en el drama.
En tanto, el Ministerio de Cultura Italiano la recordó como “una musa e inspiración de grandes artistas y directores”, que marcó para siempre la historia del séptimo arte.
- El soltero (1955) Antonio Pietrangeli.
- El general de la Rovere (1959) Roberto Rossellini.
- 8½ (1963) Federico Fellini
- La entrevista (1963) Antonio Pietrangeli
- Giulietta de los espíritus (1965) Federico Fellini
