Estreno en plataformas

"El Perro Samurai": ¿Merece la película animada que la veas?

"El Perro Samurai" se estrena en plataformas; te decimos si debes ver la película animada

El Perro Samurai: ¿Merece la película animada que la veas?
El Perro Samurai: ¿Merece la película animada que la veas? Foto: Especial

Está claro que la originalidad no es lo de “El Perro Samurai” y eso pesa. Y no nos referimos a que nos recuerda a la caricatura de los setentas “Hong Kong Phooey Show”.

Tampoco se debe a que esta historia está basada en el clásico “Blazing Saddles”, dirigida por Mel Brooks —quien aquí da voz a uno de los personajes—, sobre un forastero que por azares del destino se convierte en el héroe de una aldea caída en desgracia, ya la hayamos visto una y otra vez —como por ejemplo en la mucho mejor “Rango” (2011)—, eso es lo de menos.

Es más bien que la forma de contarla, en este caso a través de animales antropomórficos tal cual “Kung Fu Panda” (2008) —pensando en el antecedente más obvio—, y que debería dotarle de un enfoque menos convencional, en realidad no le ayuda nada en ese sentido.

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Lo que sí hay que reconocer es que dicha falta de esfuerzos del tratamiento, en cierta medida la compensan con la mezcla de desenfado y ternura que proyecta el diseño de personajes sumergidos en secuencias que contrastan la estridencia de la comedia física salpicada de uno que otro pequeño toque escatológico, con el cinismo de la gestual impávida, entregando así una encantadora puesta al día del estilo clásico del cartoon.

Lo cual aunado a la serie de chistes con base a las diferencias entre perros y gatos, que dentro de su simpleza logran escapar de la obviedad gracias a su universo que hace un curioso traslado del Japón feudalista, dando pie a los mejores momentos de la aventura, con todo y descuidos como el que a mitad de la trama al villano se le olviden las razones por las que actuaba desde las sombras; es lo que junto a las respectivas referencias a obras emblemáticas de la cultura pop, salva de la quema esta propuesta británica traída por Paramount Pictures.

Así entonces “El Perro Samurai” retoma desde las películas de Kurosawa que es lo más evidente, pasando por la filmografía de Bruce Lee, hasta llegar a “Contacto Sangriento” (1988) y “Karate Kid” (1984).

Todo entre pasajes que obedecen a la estructura básica de este tipo de cine, incluyendo los respectivos montajes para resumir el entrenamiento, de la que aciertan al evidenciarla y permitirse burlarse, aprovechando para presentar simpáticas versiones felinas de sus arquetipos, entre ellas una muy conveniente banda de ninjas.

Claro que como suele suceder con las producciones realizadas en CGI, mención aparte merecen los segmentos con el espíritu de animación 2D, que no solo ofrecen las visiones más sugestivas, sino que aquí elaboran llamativas y casi conceptuales interpretaciones de lo que era la estética de las películas de artes marciales setenteras.

Pero bueno, estos son solo algunos llamativos apuntes de lo que al final se queda dentro del promedio de la oferta de productos de mero entretenimiento para el público infantil.

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