Si existe un director que con su simple mención es capaz de recordarnos esa capacidad, a veces casi pérdida, de dejarnos sorprender ante las imágenes que surgen de la pantalla grande, ese es Steven Spielberg. Y es precisamente a dicho efecto, que en “Spielberg” Susan Lacy —“Jane Fonda: en cinco actos” (2018)—, alude para hacer un recurrido por la trayectoria de uno de los creadores hollywoodenses que más le hacen honor a su estatus de fabrica de sueños, que se convierte en una sólida conjunción con aire a homenaje, entre lo didáctico y lo lúdico.
No hay grandes alardes en su manufactura, es la formalidad técnica lo que prevalece en prácticamente todo el desarrollo; sin embargo, existe también una lucidez encantadora al momento de exponer el material que muestra tanto al joven aspirante a cineasta que fue rechazado en la carrera de cine y además se coló en los estudios Universal para desfogar su curiosidad incluso en el set del legendario Alfred Hitchcock, como el impacto que causaron sus producciones que van de “Tiburón” (1975) y “Encuentros cercanos del Tercer Tipo” (1977), a “E.T.” (1982) y “Parque Jurásico” (1993), así como sus procesos creativos y el vínculo emocional que estableció con cada una de ellas, las cuales, a pesar de sus claras pretensiones de entretenimiento, también pertenecían a un cine personal.
Todo va explicado en las propias palabras de quien también fuera responsable de la saga de “Indiana Jones”, ademas de que se incluye una invaluable cantidad de testimonios de legendarios actores, directores y creativos. Entre ellos están sus amigos George Lucas, Brian de Palma, Francis Ford Coppola y Martin Scorsese, quien curiosamente aquí se desborda en halagos hacia el trabajo de Spielberg, mientras, en contraste, nos muestran cómo en su momento éste era denostado por la crítica y la industria, quienes lo catalogaban como un director comercial que sólo imponía escapismos vacíos que arruinaba el cine. Palabras muy similares a las que hoy utiliza el mismo Scorsese a la hora de referirse al cine de superhéroes.
Por otro lado, es cierto que la propuesta quizás pierde un poco el equilibro a la hora de alcanzar la etapa de su filmografía con temática más adulta, al dedicarle mucho más tiempo a películas como “La lista de Schindler” (1993), pero éste es un atrevimiento que el cinéfilo agradecerá en sobremanera.
Así pues, titulado simplemente como “Spielberg”, se trata de un documental que, sin abandonar nunca la nostalgia como uno de los ingredientes, se convierte en una más que disfrutable clase de historia del cine, con evidentes elementos de coyuntura, y ya está disponible en plataformas digitales.
