La actriz Naya Rivera falleció el pasado 8 de julio en el lago Piru, en California, mientras estaba con su hijo, quien logró sobrevivir.
De acuerdo con un informe del laboratorio forense del condado de Ventura, en California, la actriz gritó por ayuda antes de ahogarse; esto debido a que los análisis arrojaron que murió con el brazo elevado, con el cual intentó salir del agua y llamar la atención de alguien que la auxiliara.
Su hijo dijo a las autoridades que ambos saltaron juntos al agua, pero que tras ello Rivera le pidió que volviera a subir al barco.
"Ella lo ayudó a subir al bote y luego él escuchó gritar ‘ayuda’ y ella puso su brazo en el aire. Luego desapareció en el agua”, señala el documento de la investigación.
Asimismo, se informó que la actriz padecía de vértigo, el cual empeoraba cuando estaba en el agua.
“La fallecida tenía vértigo hasta el punto de vomitar, pero aprendió a controlar los síntomas con antihistamínicos“, señala el reporte.
También se detalló que a la actriz Rivera le recetaron adderall para la ansiedad y que tomaba medicamentos para tratar una infección en los senos nasales. Además, utilizaba “un vaporizador de mariguana” y fumaba cerca una cajetilla de cigarros a la semana.
Al momento de su muerte, Rivera tenía en su sistema niveles bajos de anfetamina (adderall, dexedrine), diazepam, etanol y fentermina (un supresor del apetito), y su concentración de alcohol en la sangre era de .016 por ciento.
El informe apuntó que Rivera “no tenía antecedentes conocidos de ideación o intento suicida”.
Finalmente, las autoridades concluyeron que la causa de muerte fue ahogamiento y que se trató de un accidente.