Silvia Pinal es la diva indiscutible del cine y la televisión mexicanas y a sus 92 años de historia es dueña de un legado inmortal que trascenderá las fronteras del espacio-tiempo, la vida, la muerte y la cultura.
Silvia Pinal Hidalgo nació en el puerto de Guaymas, Sonora, el muy lejano 12 de septiembre de 1931. Desde pequeña mostró su amor por el arte, pues recitaba versos, bailaba y cantaba en los escenarios de su escuela.
Lamentablemente, su padre se opuso rotundamente a que su hija continuara por el camino del espectáculo, cosa que tachaba de “pecaminoso”, por lo que la niña se armó de valor y logró convencerlo para que la metiera a clases de ópera. Entre sus 12 o 13 años empezó a estudiar taquimecanografía en el instituto Washington, pues su padre le dijo que la apoyaría en sus intereses artísticos sólo si terminaba antes el colegio tradicional.
Años después, entró a estudiar a diversas escuelas teatrales y actorales, formación que le permitió debutar en la pantalla grande en 1949, con el papel en la cinta “El pecado de Laura”.
Asimismo, se consolidó como actriz y figura de culto con su participación en una trilogía de Luis Buñuel: “Viridiana”, de 1961; “El ángel exterminador”, de 1962, y “Simón del desierto”, en 1965.
Otras de sus películas más recordadas son “24 de placer”, “Locura pasional”, “La adúltera” y “Desnúdate, Lucrecia”.
Además, a Silvia Pinal se le considera pionera dentro del teatro por la comedia musical, así como de la televisión mexicana, donde destacó por ser conductora de la aclamada y turbia serie: “Mujer, casos de la vida real”.
En 1998 se convirtió en la dirigente de la Asociación Nacional de Intérpretes (A.N.D.I) de México, así como fungió como secretaria general de la Asociación Nacional de Actores (A.N.D.A) en 2010.
Silvia Pinal también es fundadora de la Asociación Rafael Banquells A.C., encargada de brindar ayuda no lucrativa a los actores que lo necesiten, además, de llevar a cabo la entrega de los Premios Bravo.
