Tras consumir una bebida alcohólica adulterada con alcohol isopropílico, sustancia que se utiliza como corrosivo en acetonas y líquido para frenos, siete personas habían fallecido hasta ayer en Acanceh, Yucatán.
Vecinos de la colonia Petectunich, deudos de las víctimas, protestaron ayer en la plaza principal de Acanceh tras argumentar que las autoridades del municipio no tomaron acciones para frenar la venta clandestina de alcohol durante la Ley Seca.
“Somos pobres, nuestros familiares tomaban, pero no quiere decir que nos maten con veneno”, aseveraron.
Por este hecho, la Fiscalía General del Estado inició una carpeta de investigación, al dar a conocer que la bebida procedente de la cabecera municipal fue distribuida en tiendas y a domicilio. Además, un hombre fue detenido como sospechoso de la distribución.
Hasta el domingo, autoridades estatales reportaban tres decesos y 11 intoxicados con vida, con afectaciones de salud graves como ceguera, vómito, espuma por la boca. Un día después murieron otros cuatro.
Previo a perder la vida, los intoxicados fueron trasladados del módulo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Acanceh al hospital O’Horán y a otras clínicas de Mérida.
Este hecho se suma a un caso similar en Jalisco, luego de que un grupo de habitantes de Mazamitla y Tamazula consumieran alcohol adulterado con metanol, el cual ha causado la muerte de 28 personas.
