De las 117 momias que integran la colección del Museo de las Momias, 22 no están en el inventario. Su desaparición fue denunciada ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato (ASEG) por Paloma Robles Lacayo, exdirectora del Museo de las Momias de Guanajuato.
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Sin embargo, el Ayuntamiento local asegura que las 22 momias se encuentran en la zona de conservación.
En un comunicado, detallan que "el patrimonio histórico de Guanajuato está seguro y bien conservado y como garante de la colección de las Momias de Guanajuato, el gobierno municipal realiza todas las acciones para su correcta preservación y cuidado."
"La colección consta de 117 cuerpos momificados que se encuentran en exhibición (95) y en las zonas de conservación (22), atendiendo todos los mecanismos de seguridad para su conservación".
Además, agregan que por primera vez en más de una década, entre febrero y marzo de 2020 un equipo científico realizó trabajos de fumigación, limpieza en seco e investigación documental en el parador turístico de Sangre de Cristo, con el objetivo mejorar los procesos de conservación de los 36 cuerpos que allí se exhiben.
Las acusaciones
Paloma Robles relató que ha integrado un expediente que ya tiene la ASEG, con información del resguardo de las momias, así como de los procesos de conservación.
Expuso que se tiene integrado un expediente con información obtenida a través de peticiones de transparencia, donde observó que se tenían inconsistencias en el traslado de las momias.
“Encontré inconsistencias de manera sistemática con las declaraciones del alcalde y del director de Cultura, y solicitó el inventario porque me preocupaba que se perdieran momias, entonces me mandan una relación y por supuesto que yo sabía que no estaban todas", apuntó.
Posteriormente solicitó el resguardo firmado por el director del Museo, entonces encontró una diferencia de 22 momias. "Me parece alarmante y escandaloso", declaró.
Paloma Robles refirió que aunado a lo anterior observó que en este momento, el museo que dirigió no tiene una apropiada forma museográfica y de conservación de las momias; sin protocolos de conservación ni de riesgo.
Mientras que el museo tuvo en 2019 ingresos por 43 millones de pesos, únicamente se reportó el destino de 2.8 millones de pesos.
“No existe un estado de evolución de conservación de cada momia, donde se integrarán los deterioros físicos y químicos indispensables para valorar la posibilidad de un traslado de cuerpos, y sin personal calificado. Luego encontramos elementos para presentar las denuncias”.
Detalló que se incrementó la inversión en el mantenimiento del recinto, así como la conservación de los cuerpos y el mantenimiento de las urnas, el mejoramiento especifico de los aspectos museográficos, por lo que cuestionó las evidencias de las facturas y entregables de los servicios, así como bitácoras.
El 21 de enero presentaron la denuncia ante la Aseg, ahora se revisará de forma paralela con la cuenta pública y podría concluirse en noviembre.
Solicitó la pronta intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
KA