Elementos de la Guardia Nacional (GN) y de la Policía Estatal reforzarán la seguridad en hospitales rurales de Paracho, Michoacán, luego de la agresión contra un médico y su familia, a quien responsabilizaron de la muerte de un paciente con problemas respiratorios.
Se determinó, tras una reunión entre personal del sector salud y autoridades locales, que habrá nueve agentes de la Guardia y cuatro estatales en cada clínica rural del IMSS y se ampliarán los recorridos en la zona para impedir un hecho similar en el municipio.
También mantendrán comunicación directa entre el sector y mandos policiacos y se atenderán las demandas del Comité Municipal de Salud.
Tras el ataque a la familia Jasso, el alcalde José Manuel Caballero Estrada refrendó su compromiso con los médicos y enfermeras, pues éste hecho no quedará impune, mucho menos cuando se atenta contra su integridad física.
Con mensajes como “los médicos no te matan, tu ignorancia sí” y “ser médico no es delito” representantes del sector demandaron garantizar el retorno seguro de la familia que huyó, esto un día después de que Salvador Jasso, hijo del médico agredido, señalara que los golpearon por la muerte de un paciente, al que su padre inyectó con dexametasona.
En tanto, el gobernador Silvano Aureoles lamentó la “cobarde agresión” provocada por rumorología y advirtió que estas acciones no se permitirán en la entidad y serán castigadas; mientras que la Fiscalía estatal y abrió un expediente por los hechos ocurridos el pasado lunes 13 de julio.
De acuerdo con autoridades fueron al menos 30 personas quienes golpearon a la familia del doctor y le provocaron una fractura en la nariz a Salvador Jasso.
Además se prevé ampliar acciones de concientización sobre el COVID-19 para evitar agresiones contra el personal que atiende a pacientes con alguno sintomatología relacionada con este virus.
srv
