Las zonas de alta transmisión de COVID-19 en Baja California pasaron de 25 a 29 en una semana, informó el secretario de Salud estatal, Alonso Pérez Rico.
Al presentar los mapas por colonias de casos activos y zona de transmisión señaló que Ensenada es uno de los focos rojos, pues aunque bajó de siete a cinco puntos críticos, se elevó el nivel de riesgo, de acuerdo con los incidencia de actividades en la región.
Ante el gobernador Jaime Bonilla, el funcionario agregó que el riesgo crece cuando “se actúa de manera desorganizada” o no se atienden las medidas de sana distancia, por lo que exhortó a la población a mantener el uso de cubrebocas y los protocolos sanitarios para continuar con una incidencia a la baja, pues la entidad sigue en alerta máxima, por el semáforo rojo.
En tanto, la zona más afectada sigue siendo Mexicali con más colonias en alerta; sin embargo, disminuyó de 12 a 10 en comparación a las cifras dadas a conocer el pasado 4 de agosto y éstas son Conjunto Urbano Universitario, Esperanza, Segunda Sección, Centro Cívico y Comercial, Villa del Roble, Guadalupe Victoria, Delta Oaxaca, Nayarit, Sonora y Guadalupe Francisco Murguía.
Precisó que el objetivo de dar a conocer esta situación es conocer en qué zonas se deben reforzar las medidas sanitarias y no para alarmar a la población.
Asimismo, ante las dudas de la población en torno al regreso a labores de personas del sector vulnerable aclaró que para volver deben contar con un permiso médico en el que se establezca que su condición por diabetes o hipertensión —consideradas comorbilidades que gravan la condición de una persona con COVID-19— esta controlada, para que puedan reanudar labores si pertenecen a actividades permitidas con aforo limitado.
srv