El diferendo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo en Baja California Sur mantiene la escalada, después de que la mayoría en el Congreso aprobara la destitución de cinco diputados, una decisión vista por el gobernador Carlos Mendoza Davis, como un “golpe” político.
Ayer, el gobernador fue más allá, al advertir que no firmará ninguna ley ni decreto que le remita el Congreso, hasta que no se resuelva “de manera legítima” la destitución de los diputados cesados.
Mendoza Davis dijo que la decisión de los legisladores de destituir a sus compañeros es antidemocrática y advirtió que se debe pensar en que los asuntos políticos “no se manejan por capricho”.
Una mayoría artificial e insensata de Morena y del PT, con un plumazo, han destituido a la oposición y lo sucedido aquí implicaría que cualquier mayoría podría destituir y eliminar a las minoríasCarlos Mendoza Davis, Gobernador de BCS
“Es la segunda ocasión que intentan borrar literalmente a la oposición de un plumazo”, dijo el mandatario estatal.
En ese sentido, el gobernador panista refirió que dejar pasar el hecho, resultaría en un antecedente “muy grave” para la democracia tanto del estado como en México, pues se descartó la orden de un juez federal de no ejecutar sentencia de juicio político contra los diputados de la oposición y tampoco se acató lo establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sin que se haya dado una explicación al respecto.