El penal de máxima seguridad de Puente Grande cierra sus puertas y alista el traslado de internos a otros centros de reclusión, informó el Gobierno federal.
A través del Diario Oficial de la Federación (DOF) se confirmó que se desincorpora del Sistema Penitenciario Federal el Centro Federal de Readaptación Social número 2 Occidente, ubicado en Tonalá, vigente a partir de este lunes.
De acuerdo con lo establecido por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), que encabeza Alfonso Durazo, el traslado de los internos estará a cargo del Comisionado de Prevención y Readaptación Social, como parte de un proceso de reingeniería y dignificación de las cárceles en el país.
Hasta el momento se desconoce cuál será el destino del inmueble que ha albergado a capos del narcotráfico como el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín, El Chapo, Guzmán, quien escapó de esta prisión en enero de 2001; se informó que será la SSPC la que determinará a qué se destina.
Actualmente en el penal se encuentran criminales como integrantes de Los Zetas, del Cártel Jalisco Nuevo Generación (CJNG) y el Zodiaco, entre otros grupos delictivos.
En el documento publicado hoy también se especificó que dichas acciones “facilitarán los mecanismos para lograr la reinserción social de las personas privadas de su libertad”.
Asimismo, se busca que las instalaciones penitenciarias cuentan con la infraestructura, recursos humanos y materiales para atender a la población penitenciaria.
Sobre la situación de los trabajadores, se detalló que su derechos serán respetados confirme a la ley y serán reubicados como lo determine el Comisionado.
Durante la pandemia de COVID-19 se informó que al menos un centenar de internos se contagiaron del virus, por lo que se restringieron las visitas, lo que provocó protestas al interior del penal por la incomunicación con sus familiares.
Además, el lugar fue ampliamente denunciado por familiares de los internos por la alta tasa de contagios, misma que alcanzó al director y a algunos capos de la droga como Moisés Escamilla, El Gordon May, y exlíder de Los Zetas, y a Alejandro Pizano, jefe de escoltas de este grupo, quienes fallecieron por la enfermedad.
Cabe destacar que tres meses antes del anuncio del cierre, este penal vivió un hecho violento luego de que se reportara el asesinato del director suplente durante un ataque en la carretera.
srv