El impacto de Delta en la Península de Yucatán pone a prueba, una vez más, a miles de habitantes y turistas en Quintana Roo, Yucatán y Campeche, donde muchos tuvieron que abandonar sus hogares para buscar refugio ante la amenaza de lo que expertos alertaron sería el huracán “más poderoso” desde el impacto de Wilma en 2005.
El director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Quintana Roo, Gabriel López, advirtió ayer podría tratarse de un meteoro “peligroso con una fuerza no vista en los últimos 15 años”.
Al cierre de esta edición hubo un debilitamiento en sus rachas de viento y previo a tocar las costas mexicanas, el Centro Nacional de Huracanes de EU anunció que el meteoro se degradó a categoría 3.
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, también recurrió al registro histórico de Wilma para advertir a sus ciudadanos de la fuerza que viene. “Es un huracán poderoso. Hace 15 años, Cancún y Playa del Carmen recibieron a Wilma; es un huracán similar en potencia. Wilma tuvo el problema de permanecer sobre territorio demasiado tiempo, lo que más afectó. Éste, se espera que no esté mucho tiempo”, dijo.
El meteorólogo Emmanuel Pérez, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), explicó a La Razón que si bien el centro de Delta es “bastante compacto”, tenía mucho tiempo que no se veía un meteoro así en el Caribe, de ahí que sea “histórico”.
“Tenía bastante tiempo que no teníamos esta presencia de un fenómeno tropical empezando por esa región del mar Caribe hacia las costas de Quintana Roo, como un huracán mayor, es más que nada eso en cuanto al dato histórico”.
El experto acotó que algo que caracteriza a la región peninsular de Yucatán es que los fenómenos meteorológicos pasan muy rápido, de ahí que se prevé que su paso sea transitorio, como lo pronosticó el gobernador quintanarroense.
Sin embargo, el meteorólogo precisó que el ojo del huracán no es lo más importante, sino toda la circulación que cubrirá la región centro-norte de Quintana Roo y oriente de Yucatán, principalmente, por lo que será importante vigilar las zonas.
Al cierre de esta edición, el huracán ya generaba oleajes de hasta 10 metros de altura en costas de Yucatán y Quintana Roo y vientos con rachas de entre 150 y 240 kilómetros por hora. El ojo de Delta, que de acuerdo con aviones cazahuracanes medía cerca de 40 kilómetros cubriría por ejemplo, la totalidad de Isla Mujeres.
Desde las primeras horas de ayer, la amenaza puso en alerta roja a siete municipios de Quintana Roo, por lo que turistas y habitantes de la línea costera en Cancún, Holbox y Puerto Morelos fueron evacuados de emergencia, como medida de prevención.
La Asociación de hoteles de Cancún y Puerto Morelos solicitó la evacuación de 40 mil turistas y recomendó hacer uso de alguno de los 32 refugios temporales.
A las 13:00 horas Quintana Roo suspendió toda actividad no esencial. Más tarde, a la 17:00, aeropuertos de Cancún y Cozumel cerraron sus puertas y se desalojaron las carpas instaladas afuera del Hospital General de Cancún que brindan atención por la pandemia de Covid-19.
Ante la emergencia, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, anunció la evacuación de cinco municipios y cancelación clases en todas sus modalidades.
Por la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó del envío de 5 mil soldados para ayudar y proteger a la población de la Península de Yucatán.
DEJAN ATRÁS MEDIDAS SANITARIAS POR URGENCIA DE ABASTO
Madererías, ferreterías, gasolineras, gaseras y centros comerciales de Playa del Carmen en Quintana Roo, y algunas zonas de Campeche, presentaron filas kilométricas de cientos que salieron de sus casas de manera masiva, pese a las restricciones por el Covid-19 para abastecerse y comprar lo necesario para proteger su hogar de los embates del huracán Delta.
Las lloviznas que cayeron durante gran parte del día no detuvieron a los campechanos, quienes abarrotaron supermercados y tiendas de autoservicio previo a buscar refugio en sus domicilios.
...Y Tabasco va a segundo round aún bajo las aguas
Mientras el sureste mexicano se preparaba para recibir a Delta, tabasqueños seguían bajo las aguas que generaron el frente frío número cuatro, la tormenta tropical Gamma y el desfogue de algunas presas encausado por los meteoros.
Tras estos hechos más de 600 mil personas seguían damnificadas ayer, con la previsión encima de intensas lluvias en esa entidad, ahora por Delta.
El Instituto de Protección Civil del Estado de Tabasco reportó ayer que la circulación ciclónica del huracán Delta, que arrastra humedad de los remanentes de Gamma, ocasionará lluvias fuertes de entre 25.1 a 50 milímetros; así como posibles registros de lluvias muy fuertes de 50.1 a 75 milímetros, especialmente en la zona de La Chontalpa y en el norte del estado.
Asimismo, continúa la alerta por el desbordamiento de ríos, sobre todo en los caudales del Grijalva, la Sierra, el Tulija, Puxcatán y San Pedro.
La entidad, encabezada por Adán Augusto López, también se vio afectada por los frentes fríos número 4 y 5 y las extracciones de la presa Peñitas.
Protección Civil de Tabasco informó que el gobierno del estado aportó más de 4 millones de pesos para apoyar a unas 4 mil 744 personas damnificadas que se ubican en 74 refugios temporales, quienes perdieron sus hogares debido a las severas inundaciones que vivió la entidad durante todo el fin de semana.
- El dato: Pese a la amenaza, en QRoo más de 2 mil habitantes de asentamientos irregulares aseguraron desconocer los alcances y las medidas que debían tomar ante el meteoro.