El gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, destacó que el triunfo electoral de ayer fue contundente, pues en ninguno de los 16 distritos hubo porcentajes cerrados.
Sin embargo, el mandatario estatal dijo que la victoria se debe tomar con mesura, pues “no hay triunfalismos ni triunfos eternos”.
Agregó que se trata de una gran responsabilidad por la confianza que les externa la ciudadanía, por lo que insistió “en guardar la prudencia necesaria”, ya que esta mayoría ganada no representa un “cheque en blanco” para el Ejecutivo estatal.
Incluso, aseveró que el triunfo no es para aprovecharse de tener la mayoría, si no de ser responsable, por lo que llamó al partido “a analizar por qué la gente le regresó la confianza”.
Asimismo, adelantó que la jornada de este domingo es la antesala de las elecciones de 2021.
A un día del proceso electoral, comentó que se ampliarán los cercos sanitarios y aplicación de pruebas, como medida de prevención ante una posible alza de casos de COVID-19, esto después de encabezar la reunión del Subcomité de Salud en Torreón.
Riquelme Solís exhortó a trabajar por el interés de Coahuila y externó su apoyo a quienes asumirán el nuevo cargo; asimismo, descartó enviar iniciativas a la brevedad al comprobar el amplio respaldo en las urnas que le da mayoría en el Congreso.
También resaltó la participación ciudadana, que alcanzó 40 por ciento, pese a las condiciones que existen a causa de la pandemia, lo que obligó a implementar estrictos protocolos para votar.
El mandatario estatal también reconoció la postura del Partido Acción Nacional (PAN), que reconoció el triunfo del tricolor desde anoche.
srv