En un sobrevuelo por la presa Peñitas y sobre la estructura de control El Macayo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador asumió que tuvo que optar entre inconvenientes, no inundar Villahermosa y que el agua saliera por las zonas bajas, donde vive la población más pobre.
La obra en cuestión fue proyectada desde el gobierno de Vicente Fox, pero no formó parte del Programa Integral contra Inundaciones, donde se invirtieron 2 mil 60 millones de pesos, que, por cierto, no pudo evitar la gran inundación de 2007.
Considerada “una obra de ingeniería sustentable, para blindar a la población tabasqueña de las inundaciones, controlando y regulando los escurrimientos del río Carrizal”, la compuerta El Macayo fue parte del Plan Hídrico Integral de Tabasco.
Iniciada durante la administración de Felipe Calderón e inaugurada el 21 de junio de 2013 por el de Enrique Peña Nieto, con mil 100 millones de pesos de inversión, El Macayo ya presentaba en marzo de este 2020 problemas por su mala planeación y ejecución, según reconoció el gobernador Adán Augusto López, pues se había generado un tapón que afectaba directamente al municipio de Centro, donde está Villahermosa, “por los bajos niveles del gasto de agua, así como a Nacajuca, Jalpa de Méndez y Cunduacán, porque los 365 días del año están anegados”.
De acuerdo con el mandatario estatal, la mala conducción de esta estructura propició el azolvamiento en su entorno.
En 2011, el informe de desempeño 11-0-16B00-07-0362 de la Auditoría Superior de la Federación ya apuntaba que “la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no acreditó el impacto y el avance de las acciones y obras realizadas en el Plan Hídrico Integral de Tabasco, para disminuir el riesgo de inundaciones”.
Ese mismo año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la recomendación 61/2011, mediante la cual se documentó que a partir de agosto de 2010 se suscitaron inundaciones en diversos municipios provocadas por desfogar cuatro de las presas que componen el Sistema Hidrológico Grijalva, lo que originó que el órgano garante determinara que se violentaron los derechos humanos de la población tabasqueña.
Esta recomendación fue recordada el 3 de octubre pasado por el gobernador de Tabasco, cuando la entidad fue declarada en estado de emergencia por los efectos del frente frío número 4, con más de 24 mil personas afectadas.
En su reclamo al director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, quien administra las presas, López Hernández señaló que en caso de incrementar las extracciones de Peñitas se actué acorde con protocolos , de lo contrario, serían “responsables de los daños y perjuicios” en miles de habitantes.
Si bien el Presidente López Obrador dijo que hay recursos disponibles para la implementación del Plan Integral contra Inundaciones, hasta el pasado martes sólo se había anunciado que su definición quedará en 15 días y que el decreto para el control de presas estará listo el 2 de diciembre.