Elementos de la Policía Civil de Coahuila clausuraron una finca en la que se celebraba una fiesta con más de 150 invitados, donde al menos 60 eran menores de edad.
Luego de recibir denuncias sobre la gran afluencia de jóvenes en la colonia Salvador Allende, las autoridades acudieron al inmueble ubicado en el cruce de las calles Honduras y Emilio Carranza e identificó que este sitio fue habilitado como antro clandestino para burlar las restricciones por la pandemia de COVID-19.
El festejo, convocado a través de redes sociales, era amenizado por un DJ sin los protocolos sanitarios recomendados, pues los asistentes no portaban cubrebocas, no respetaron las medidas de sana distancia y en ninguno de los accesos había filtros; en imágenes compartidas en redes sociales se observa a las autoridades dialogando con los jóvenes para concientizarlos sobre la pandemia de COVID.
Se reportó que se cobró 20 pesos para ingresar al evento en el que se detectaron bebidas alcohólicas, en su mayoría vino y cervezas, y tras el operativo decenas de padres de familia acudieron al lugar para recoger a sus hijos, quienes declararon que desconocían que los menores se encontraban en una fiesta, exponiéndose al contagio de COVID-19.
Los agentes agregaron que el presunto responsable fue puesto a disposición del Ministerio Público, señalado como el organizador de la fiesta.
Señalaron que en las últimas semanas se han reportado decenas de denuncias al número 911 en torno a casi un centenar de reuniones o fiestas en las que se rebasa el aforo permitido y se incumplen medidas sanitarias, que pueden provocar la propagación del virus, hecho por el que se suspendieron restaurantes y bares y se dispersó a los clientes.
srv