Con positividad de 50% o más, estados en alerta

Las 10 entidades federativas señaladas por la Secretaría de Salud del Gobierno federal en semáforo naranja, con riesgo de retornar a la alerta máxima de la pandemia del Covid-19, superaron por hasta 15 puntos el índice de positividad nacional (que es de 46 por ciento), un criterio que mide el control de la enfermedad en determinado territorio o población.

Hasta la semana 48 de la pandemia, según datos de la Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud, la mayoría de estos estados, siete, superó el 50 por ciento en el índice de positividad, una cifra muy alta si se toma en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el ideal —al menos para entender que la situación está bajo control— debería ser de al menos 10 por ciento.

Contrario a lo que ocurre con el número acumulado de contagios, cuyo criterio lo encabezan la CDMX y el Estado de México, estas dos entidades tienen los índices más bajos entre este grupo en riesgo: 38 y 47 por ciento, respectivamente.

Guanajuato tiene el indicador más alarmante: 61 por ciento —el pico más alto en la entidad desde el comienzo de la pandemia—, seguido de Hidalgo y Durango, con 58 por ciento y, Coahuila, con 57 puntos.

De acuerdo con Jorge Baruch, encargado de la Clínica de Atención al Viajero de la UNAM, el aumento en la positividad del virus —así como el hecho de que esas 10 entidades concentren 74 por ciento de los casos activos en todo el país, como publicó La Razón ayer— da cuenta de que la intensidad de la transmisión crece, lo que implicará que en los próximos dos meses tengan que desplegarse aún más restricciones a la actividad social.

“Esta fase de la epidemia es ascendente en un segundo piso de contagios, así como gradualmente se comenzaron a relajar las medidas una vez que pasó el primer pico; así, gradualmente se tendrán que reforzar las medidas, para desacelerar los contagios en esta nueva ola”, consideró el experto.

En científico mexicano Antonio Lazcano opinó para La Razón que el hecho de que estas 10 entidades estén más cerca de la alerta máxima, mientras otras no, demuestra una falta de coordinación entre la Secretaría de Salud del Gobierno federal y las autoridades locales, para hacer frente a la pandemia, así como la distribución “totalmente injusta” de los recursos en los estados, una situación que, dijo, viene desde hace mucho.

“Aquí lo que precisamos es una política de Estado que de manera insistente subraye la necesidad de las precauciones y que desde luego la realidad se posicione sobre la visión política”, dijo.

Evitar pasar al semáforo epidemiológico rojo en estas entidades, agregó Lazcano, podría corresponder a un temor de los gobiernos hacia las implicaciones económicas, ya que se encaminarían a más y nuevos cierres de negocios; sin embargo, retrasar esta situación repercutirá en la cantidad de enfermos y por lo tanto, en el número de fallecidos.

“La pandemia del Covid-19 nos está mordiendo cada vez más de cerca. Ya todos conocemos a un familiar enfermo o de gente que ha fallecido, casos cercanos y, francamente, mientras más se retrasan en imponer una política de precaución que evite que siga habiendo infectados, más vamos a tener un desastre en términos de los números”, advirtió.

Por otra parte, destacó que los porcentajes tan altos de casos en algunos estados “nos hace pensar: ¿cuál será la proporción real? Hay un sesgo en los números que nos está costando muy caro”.