Parteras salen al rescate

Por miedo al COVID-19, mexicanas dan a luz en sus casas

A pesar de que son una opción segura en medio de la contingencia sanitaria, enfrentan la falta de reconocimiento de autoridades

La partería tradicional es una práctica regular y exitosa en zonas rurales e indígenas.
La partería tradicional es una práctica regular y exitosa en zonas rurales e indígenas. Especial

Traer a niños al mundo en tiempos de COVID-19 ha sido un reto adicional para los sistemas de salud estatales en México, pero, además, ocasionó que muchas mamás optaran por métodos alternativos para tener a sus hijos, como las parteras, cuando los hospitales donde solían tenerlos están saturados o son sinónimo de contagio.

De ahí que uno de los oficios más antiguos emergiera como una de las opciones más buscadas en el interior del país, donde las embarazadas temen que o no haya espacio o reciban una mala atención o resulten infectadas, cuando se sabe que ellas también son población vulnerable al virus.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, en la actualidad, 96 por ciento de los partos en territorio mexicano son atendidos en hospitales de segundo nivel. Sin embargo, en las zonas marginadas y alejadas de los asentamientos urbanos, aún es común la atención obstetricia por parte de las parteras.

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Sólo hay 100 parteras profesionales en el país.
Sólo hay 100 parteras profesionales en el país.

COVID-19, PRIMERA CAUSA DE MUERTE MATERNA EN MÉXICO

Luz María Peñafiel, partera profesional que atiende en el Estado de México, explicó que a lo largo de todo 2020, el principal motivo por el que las mujeres acudieron a sus servicios es el temor a infectarse de COVID-19.

"El porcentaje de pacientes, en su gran mayoría son primigestas, con temor al contagio. Ellas me contactan ya sea vía telefónica o por Internet" y resaltó que aunque se incrementó la cantidad de mujeres que atendió, no fue así con las complicaciones.

Hasta julio pasado, en México perdieron la vida 83 mujeres embarazadas a causa del virus, de acuerdo con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.

Mujeres embarazadas que han muerto en la pandemia.
Mujeres embarazadas que han muerto en la pandemia.

La Dirección General de Epidemiología, hasta la semana epidemiológica número 50 —con corte al 7 de diciembre pasado—, señaló que en el país perdieron la vida 853 mujeres embarazadas, 206 más que hasta la misma fecha del año pasado, antes del Covid. De ellas, 183 murieron tras contagiarse de coronavirus y otras 49 fallecieron por probable COVID-19.

MÁS DEMANDA DONDE HOSPITALES COVID ESTÁN A TOPE

En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), donde podría pensarse que el acceso a hospitales de maternidad es más fácil que en otras regiones del país, la demanda de parteras se incrementó aún más, hasta en 200 por ciento, aseguró a este medio Luz Peñafiel, de la Asociación Mexicana de Partería Profesional.

Justamente en la ZMVM, que incluye a 56 municipios del Edomex y las 16 alcaldías de la CDMX, el incremento de casos de COVID-19 tiene repletos los hospitales del servicio público, muchos de los que ofrecen servicios obstétricos.

Aumento de demanda.
Aumento de demanda.

En Oaxaca, la noble labor de traer niños a la vida, la demanda de parteras subió hasta en 50 por ciento. Ese fue el caso de la casa de parto Diosas de la Oxitocina, localizada en la colonia Libertad en la capital oaxaqueña.

En lo que va de los nueve meses de contingencia, las parteras han acompañado en los nacimientos de sus hijos a 11 mujeres en la casa de parto y a otras 12 en sus domicilios. En total han visto nacer a 11 niñas y 12 varones durante la pandemia.

"Tuvimos más solicitud de servicios. Ha sido casi el doble que un año previo, pues atendimos alrededor de 10 u 11 mujeres en 2019", explicó a La Razón Zoila Ríos, médica y partera de esa casa con más de 20 años de experiencia.

Parteras consultadas por este medio explicaron que en los estados en los que más se solicitó su servicio, además de la Ciudad de México, fueron Quintana Roo, Guerrero, Veracruz, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, incluso en ciudades grandes como Monterrey, Nuevo León, aunque en esa zona metropolitana, como en la de Guadalajara, el número de parteras es menor en relación con otras zonas urbanas.

SIN PROTOCOLOS PARA EVITAR CONTAGIO

A pesar de que las parteras han contribuido al desahogo de camas de hospital en algunas entidades durante la pandemia y de que el aumento en la demanda de sus servicios aumentó significativamente, muchas de las mujeres que practican este oficio se enfrentan a la falta de apoyos y reconocimiento de las autoridades estatales y federales.

Nancy Paola Chávez, de la Red de Parteras Certificadas, aseguró a La Razón que al comienzo de la pandemia hubo mucha unión de las comadronas para enfrentar la situación; sin embargo, desde la administración pública no ha habido protocolos para que ellas puedan ejercer sus actividades de manera segura, frente al riesgo que también les implica el COVID-19.

Sabíamos que vendría mucha población a solicitar los servicios. Hubo respuesta rápida por parte de ellas, incluso varias parteras de diferentes estados solicitaron con un mismo formato a los servicios de salud estatales, que acondicionaran espacios para la atención de partos de bajo riesgo, cerca de unidades hospitalarias, pero nunca se tuvo respuesta
Nancy Paola Chávez / Red de Parteras Certificadas

La única información que emitieron las autoridades federales ante la pandemia fueron los Lineamientos para la Prevención y Mitigación de Covid-19 en la Atención del Embarazo, Parto, Puerperio y de la Persona Recién Nacida, que se publicó en julio pasado, cinco meses después del primer caso documentado del virus en el país.

En dicho documento, revisado por este medio, no se estableció un apartado específico dedicado a la partería tradicional o profesional.

Esto, pese a que, de acuerdo con Nancy, en los lineamientos emitidos por el Gobierno federal se recomendó que la atención durante la contingencia se diera lejos de los contagios en los hospitales. "Y que se acondicionaran clínicas de maternidad y casas de partos para que se pudiera atender a las mujeres sin mayor riesgo de contagio en los hospitales, que son los focos de infección más agudos".

POR FALTA DE REGLAMENTACIÓN CIERRAN CASAS DE PARTO

Otro reto que enfrenta la comunidad de parteras durante la contingencia ha sido el cierre de varias de las llamadas posadas de nacimiento por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), por falta de regulación.

"La gran mayoría (de las parteras tradicionales) no sabe que existe una clave de aviso de funcionamiento para las casas de parto como tal —no clínicas ni hospitales—". Por eso, al interior del país solamente tienen registro tres, están en Quintana Roo, Guerrero y Baja California.

"El aviso de funcionamiento está como casas de parto, pero lo que falta son los manuales para la reglamentación, para que cuando Cofepris vaya y vea que es una casa de parto no ocupe los parámetros de hospital o clínica, sino que se hagan parámetros adecuados al modelo de partería, que son a veces hasta más seguros en los embarazos de bajo riesgo", dijo Nancy Chávez.

Parteras en regiones marginadas.
Parteras en regiones marginadas.

Según estudios publicados sobre competencias basadas en evidencia, 80% de todos los partos son atendidos en México por personal médico en formación, quienes han mostrado menores competencias que el personal de partería.

Para las mujeres dedicadas a esta labor, que organismos internacionales y autoridades reconozcan el modelo de partería, significa también una reivindicación de los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo.

"Es fundamental que se reconozca a la patería pero a veces solamente se hace desde el discurso. porque en realidad no existen reglamentaciones, que ya se están tardando en hacer", agregó Chávez en entrevista.

AÚN ENFRENTAN ESTIGMAS

A pesar de que su experiencia heredada de la tradición prehispánica avala su quehacer, en México, muchas parteras se enfrentan a un severo desconocimiento social ante el importante papel que desempeñan, una situación que ha hecho que muchas personas crean que no son capaces de atender un nacimiento.

A veces se tiene la idea de que las parteras solamente atienden en lugares alejados donde no hay atención hospitalaria, como si fuera una atención de segunda calidad
Zoila Ríos / Partera oaxaqueña

Zoila Ríos, partera oaxaqueña que desde 2007 brinda atención a domicilio a mujeres embarazadas, explicó que muchas personas, sin saber, las han llamado ignorantes.

"Que no tenemos los conocimientos suficientes como para atender este proceso de la salud sexual y reproductiva de las mujeres", sin embargo, acotó, además de las capacitaciones a las que acuden, también echan mano de la experiencia y larga trayectoria que tienen en el acompañamiento de mujeres embarazadas.

"A veces se tiene la idea de que las parteras solamente atienden en lugares alejados donde no hay atención hospitalaria, como si fuera una atención de segunda calidad. Como que lo ideal es un hospital y eso es primer mundo, y la partera está rezagada en la marginalidad. Es un mito que se tiene", lamentó Nancy Chávez, al asegurar que al día de hoy se discrimina a las parteras desde un punto de vista de política pública.

EL QUEHACER NO SE LIMITA AL ALUMBRAMIENTO

Una partera atiende a una mujer en todos los ámbitos de su salud reproductiva: desde la planificación familiar, embarazo, consultas prenatales, parto, puerperio —el periodo de recuperación del útero después del nacimiento—, hasta la atención del recién nacido y lactancia desde un punto de vista biopsicosocial, de acuerdo con la Red de Parteras Certificadas.

"No es solamente viendo su parte clínica y física, sino que brindamos atención más humana. Con perspectiva de género, sabiendo que la mujer para poder parir bien necesita, como cualquier mamífero, un contexto de intimidad y seguridad que en los hospitales no siempre se da porque la infraestructura no lo permite, porque los sistemas no lo hacen así", señaló la ONG.

En el caso de las profesionales registradas en la Red, las parteras cuentan con un certificado que avala que también están preparadas para atender en casos de que la situación se complique, "y se aseguran de que antes de atender a una mujer no haya una situación de riesgo o padezcan alguna comorbilidad previa, pues ahí sí, lo recomendable es que acuda a un hospital. Hay cesáreas que sí se necesitan y las parteras no las hacen bajo ninguna circunstancia".

Nos aseguramos de que antes de atender a una mujer no haya una situación de riesgo o padezcan alguna comorbilidad previa, pues ahí sí, lo recomendable es que acuda a un hospital. Hay cesáreas que sí se necesitan y las parteras no las hacen bajo ninguna circunstancia
Red de Parteras Certificadas
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