Luego de la emboscada de un grupo armado a un convoy de la Policía del Estado de México en Coatepec de Harinas, en la que fallecieron 13 elementos, la Secretaría de Seguridad y Fiscalía estatales condenaron los hechos y advirtieron que se responderá con todo el peso de la ley.
“Esta agresión es una afrenta en contra del estado mexicano, responderemos con toda la fuerza y con el respaldo de la ley y la legitimidad”, señaló el secretario de Seguridad mexiquense, Rodrigo Martínez-Celis en conferencia.
El convoy patrullaba la zona de Llano Grande, al sur de la entidad, cuando fueron interceptados por un grupo armado.
Durante el enfrentamiento, ocho elementos de esa dependencia y cinco de la Fiscalía estatal fueron asesinados.
Los policías buscaban a miembros de La Familia Michoacana que se disputan el control de la zona con el grupo Guerreros Unidos, cuando fueron atacados. Versiones de otros policías señalan que luego del ataque se produjo otra confrontación en Almoloya de Alquisiras, donde fallecieron otros cuatro elementos dentro de un Jeep de la corporación.
En la región fueron desplegados elementos de ambas corporaciones, así como de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, apoyados por helicópteros para ubicar y detener a los agresores.
El fiscal Alejandro Gómez calificó el hecho como “artero y cobarde ataque”, y agregó que las instituciones que conforman la Coordinación para la Construcción de la Paz establecieron el compromiso de que no quedaría impune.
En tanto, el Gobierno del estado garantizó que las familias de los servidores que fallecieron recibirán todo el apoyo y el respaldo de ambas instituciones.
Anoche se realizaron las diligencias ministeriales a los cuerpos y hasta el cierre de la edición no habían sido entregados a sus familiares.