La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pidió a las autoridades estatales y municipales en Reynosa, Tamaulipas, asegurar la protección de al menos 600 migrantes que se encuentran al interior del albergue Senda de Vida y que está a punto de ser demolido.
De acuerdo con un comunicado del órgano autónomo, el pasado 20 de julio la Dirección de Obras Públicas de ese Ayuntamiento, notificó a la Casa del Migrante un apercibimiento mediante el cual se le otorgaron cinco días para desalojar el albergue y con ello demoler las instalaciones.
Argumentan que la decisión se tomó debido a que se aproxima la temporada de huracanes y el albergue se encuentra en una zona de inundación, por lo que podría existir el riesgo de pérdida de vidas.
Al momento se encuentran albergadas al menos 600 personas en el albergue, de las cuáles 200 son menores de edad, además de que hay mujeres embarazadas y muchos de los migrantes tienen enfermedades crónico-degenerativas y algunas discapacidades que ponen en riesgo su vida.
Por lo anterior la CNDH junto a la Comisión de Derechos Humanos del estado de Tamaulipas (CODHET), hicieron un llamado a las autoridades responsables para que se tomen las medidas adecuadas y se siga brindando el apoyo humanitario para los migrantes, con el objetivo de garantizar el alojamiento seguro de las personas en el contexto de COVID-19 que atraviesa el país.