Inoculación contra COVID-19

Inicia vacunación para adolescentes de 12 a 17 años en Piedras Negras, Coahuila

Este martes inició la inoculación contra COVID-19 para mil jóvenes de entre 12 y 17 años, hijos de trabajadores de maquiladoras del municipio

Jóvenes de entre 12 y 17 años residentes de Piedras Negras, Coahuila, viajaron a Estados Unidos a bordo de camiones escolares, para recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer. Foto: AP

El municipio de Piedras Negras, Coahuila, es el primero del país, en el que se aplican vacunas contra COVID-19 a menores de edad.

Este martes, mil adolescentes de entre 12 y 17 años de edad, hijos de trabajadores de maquiladoras y empresas de la frontera, viajaron desde ese municipio rumbo a Texas, en Estados Unidos, donde se les aplicó la primera dosis de la vacuna de la marca Pfizer, donadas por el Gobierno estadounidense.

A bordo de camiones escolares y en compañía de un familiar, cada uno, los jóvenes recorrieron la frontera, para llegar en punto de las 8:00 horas, cuando se inició la jornada en el Puente Internacional II.

Tras pasar por dos puntos de revisión, una aduana y un detector de metales, los muchachos descendieron de los camiones, en grupos, y aguardaron para recibir la vacuna, aplicada por elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos. No se registraron contratiempos durante la jornada que concluyó alrededor de las 14:00 horas.

El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, informó que desde hace meses las autoridades de los municipios de Piedras Negras y Acuña habían iniciado gestiones para recibir vacunas contra el virus con las autoridades de Estados Unidos.

En rueda de prensa ayer, el mandatario explicó que se han conseguido alrededor de cinco mil 100 vacunas, para aplicarlas en personas de la zona fronteriza, la mayoría, trabajadores de maquilas, además de las mil que se aplicaron este martes en territorio estadounidense.

El inicio de la vacunación para este rango de edad causó “alegría” e “incertidumbre” en padres de familia en el municipio, que aún no reciben la dosis.

Gloria, madre de una joven de 15 años, explicó a La Razón que su marido trabaja en una empresa en la frontera, a quien le preguntaron si tenía hijos, pero luego no se le dio a conocer más información.

“Me da calma y también alegría por los chavos, que les empiecen a poner la vacuna; también que le preguntaron a mi esposo, eso me da esperanza de que, pienso, pueda llegar a ella, pero también da incertidumbre, porque uno quiere que ya, que todos estemos vacunados. Ella se preocupaba al principio, porque yo soy diabética; ahora es al revés: yo me preocupo por ella.”

EASZ

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