A un costado del árbol de Navidad y del carrusel que ilumina la Plaza de Armas en el Centro Histórico de Zacatecas capital, un vehículo con diez cadáveres en su interior fue abandonado durante la mañana de este jueves, en el inicio de año más violento desde 2020 para el estado.
Al amanecer, una camioneta gris plata, con placas de circulación ZFS980C, fue colocada en medio de la explanada, frente a las puertas del Palacio de Gobierno, donde se encuentran las oficinas del gobernador David Monreal Ávila.
De la unidad descendió un hombre que huyó velozmente por el callejón de Las Campanas.
Momentos después, el sitio se llenó de elementos de fuerzas de seguridad locales y federales, y fue acordonado para impedir el paso de peatones y vehículos, mientras las autoridades recababan información del sombrío episodio.
Horas más tarde, el gobernador David Monreal publicó, a través de sus redes sociales, un video en el que atribuyó el crimen a una “herencia maldita” y aseguró que el Plan de Apoyo a Zacatecas II “bendito Dios ha estado dando resultados; tuvimos un buen cierre de año, disminuyeron todos los índices del delito”.
Sus declaraciones, sin embargo, contrastan con el incremento de víctimas de homicidio observadas durante los primeros tres meses de su gobierno.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que, de septiembre a noviembre del 2021, con Monreal Ávila ya como mandatario, 556 personas fueron asesinadas, mientras que entre junio y agosto fueron 509; es decir, 9.2 por ciento más.
De acuerdo con el último informe del SESNSP, hasta noviembre del 2021 Zacatecas tenía una tasa anualizada de 105.6 homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes, lo que la coloca en primer lugar nacional; también en extorsión, con una tasa de 39.2, y, aunque no lidera en robo de vehículo con violencia, este delito ha mostrado una tendencia al alza, pues su tasa pasó de 44.3 en septiembre a 68.5 en noviembre.
Ésas no son, sin embargo, las únicas cifras que han cimbrado a Zacatecas. Del 1 al 5 de enero de este año, antes del episodio de este jueves, 27 personas fueron asesinadas, mientras que en el 2020 se contabilizaron cuatro, y un año después, 21, durante el mismo periodo, según el informe diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Ayer, esta dependencia dio a conocer que, desde el primer momento en que se supo de los 10 cuerpos abandonados, se generaron las alertas correspondientes para dar con los responsables.
Señaló que envió refuerzos de investigación a la entidad, quienes también estarán en Fresnillo, municipio que fue señalado, durante la conferencia matutina de ayer por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a la constante violencia que atraviesa.
Más tarde, David Monreal aseguró que fueron detenidos “los presuntos responsables vinculados a los hechos” de ayer.
Por la noche, el fiscal estatal, Francisco Murillo, señaló que las personas detenidas probablemente estén relacionadas con los crímenes, por lo que ya se encuentran recabando datos para consolidar la investigación.
Señaló que cinco de los diez cuerpos ya fueron identificados; detalló que ocho eran hombres y dos, mujeres, cuyas edades rondaban entre 18 y 45 años.
Especificó que la causa de su muerte fue asfixia por estrangulamiento y añadió que algunos tienen lesiones que indican que permanecieron atados de pies y manos, mientras que uno presentó heridas propias de actos de tortura.
Las personas identificadas son un hombre de 29 años, habitante de Zacatecas, que contaba con una ficha de búsqueda por narcomenudeo; dos más, un hombre y una mujer, quienes tenían ficha de detención por robo calificado.
La cuarta víctima también era un hombre originario del municipio de Guadalupe, del que no se dieron detalles.
Hasta el cierre de esta edición, sólo una joven de 20 años fue reconocida por su familia, originaria del estado.
David Monreal dijo, en la publicación sobre el episodio de ayer: “Yo he dicho y sostengo: confío en la bendición de Dios y espero que hayamos llegado a tiempo para detener todo este deterioro. Hay que encomendarnos a Dios, en el nombre sea de Dios, vámonos”.
Al respecto, el senador Germán Martínez comentó, en entrevista radiofónica, que debe respetarse el laicismo y que “encomendarse a Dios está muy bien, de manera personal, pero no le puede encomendar al Santo Niño de Atocha que cuide Zacatecas, como no se le puede encomendar a la Virgen de Guadalupe que pacifique este país”.
- El dato: El 3 de enero, La Razón publicó declaraciones de Saúl Monreal, alcalde de Fresnillo y hermano del gobernador, quien afirmó que la estrategia de seguridad no da resultados.
Mejor que gobierne un obispo, señala experto
El haber dejado 10 cuerpos frente al Palacio de Gobierno de Zacatecas es un mensaje con el que las organizaciones criminales retan al gobierno como efecto de impunidad, evaluó Javier Oliva Posada, investigador de la UNAM y especialista en seguridad nacional.
En referencia a las declaraciones del gobernador David Monreal, quien responsabilizó a las administraciones anteriores por la violencia actual en Zacatecas, Oliva Posada dijo a La Razón que este tipo de afirmaciones son “una clara declaración de ineptitud y de ignorancia. Cuando tú llegas a gobernar y le echas la culpa a los de atrás, entonces, ¿para qué buscas la representación si no tienes la capacidad?”.
Desde su perspectiva, el hecho de que el encargado de gobernar haya encomendado la seguridad a un ente religioso amerita un cuestionamiento sobre sus funciones.
“El gobernador, con unas declaraciones sumamente pobres, concluye con: ‘Dios nos salve’; entonces, mejor que gobierne un obispo, ¿no?... Es evidente que muchos aspirantes a gobernadores llegan sin la menor idea y propuesta en materia de seguridad pública y eso se refleja ahora”, comentó.
En su lectura sobre lo ocurrido, Oliva Posada remarcó que el mensaje detrás del abandono de los cuerpos es un hecho sin precedentes, con un mensaje directo al Gobierno estatal.
“Desde luego que es un enorme desafío y reto el que le están mandando al Gobierno del estado. Para mí, es muy grave; no tengo registros de una cosa de este tamaño, que dejen un vehículo con cadáveres enfrente de la oficina del gobernador”.
Agregó que el hecho no es menor, debido a que el sitio que los criminales eligieron para abandonar la camioneta es un agravante.
“Como decía Nelson Mandela: un muerto son muchos muertos, 10 son demasiados. Es un reto el que están lanzando las organizaciones criminales en práctica impunidad, hacerlo frente al Palacio de Gobierno; no es donde vive el gobernador, es donde trabaja”, enfatizó.
