El haber dejado 10 cuerpos frente al Palacio de Gobierno de Zacatecas es un mensaje con el que las organizaciones criminales retan al gobierno como efecto de impunidad, evaluó Javier Oliva Posada, investigador de la UNAM y especialista en seguridad nacional.
En referencia a las declaraciones del gobernador David Monreal, quien responsabilizó a las administraciones anteriores por la violencia actual en Zacatecas, Oliva Posada dijo a La Razón que este tipo de afirmaciones son “una clara declaración de ineptitud y de ignorancia. Cuando tú llegas a gobernar y le echas la culpa a los de atrás, entonces, ¿para qué buscas la representación si no tienes la capacidad?”.
Desde su perspectiva, el hecho de que el encargado de gobernar haya encomendado la seguridad a un ente religioso amerita un cuestionamiento sobre sus funciones.
“El gobernador, con unas declaraciones sumamente pobres, concluye con: ‘Dios nos salve’; entonces, mejor que gobierne un obispo, ¿no?... Es evidente que muchos aspirantes a gobernadores llegan sin la menor idea y propuesta en materia de seguridad pública y eso se refleja ahora”, comentó.
En su lectura sobre lo ocurrido, Oliva Posada remarcó que el mensaje detrás del abandono de los cuerpos es un hecho sin precedentes, con un mensaje directo al Gobierno estatal.
“Desde luego que es un enorme desafío y reto el que le están mandando al Gobierno del estado. Para mí, es muy grave; no tengo registros de una cosa de este tamaño, que dejen un vehículo con cadáveres enfrente de la oficina del gobernador”.
Agregó que el hecho no es menor, debido a que el sitio que los criminales eligieron para abandonar la camioneta es un agravante.
“Como decía Nelson Mandela: un muerto son muchos muertos, 10 son demasiados. Es un reto el que están lanzando las organizaciones criminales en práctica impunidad, hacerlo frente al Palacio de Gobierno; no es donde vive el gobernador, es donde trabaja”, enfatizó.