Entre consignas, carteles, pero también algunos ataques vandálicos contra edificios públicos, miles de mujeres salieron a las calles en las principales ciudades de las 32 entidades federativas del país para gritar “ya basta de la violencia feminicida” y conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
En todas las marchas la constante fue la consigna de que el 8 de marzo no es para celebrar, sino para impulsar la lucha por los derechos, vidas y espacios que se les ha arrebatado a las mujeres.
Las protestas comenzaron desde temprano en lugares como La Paz y San José del Cabo, Baja California Sur, donde los monumentos de personajes históricos amanecieron con pañuelos verdes y morados anudados.
En Monterrey, Nuevo León, manifestantes se metieron al Palacio de Gobierno; rompieron cristales y vitrales y le prendieron fuego a las puertas de afuera. Sin embargo, los bomberos y la policía estatal controlaron la situación y no pasó a mayores.
Las exigencias se manifestaron en diferentes espacios, como en una preparatoria del municipio mexiquense de Ecatepec, donde las alumnas denunciaron actos discriminatorios por parte de los docentes.
En Chiapas, mujeres tzotziles recorrieron cerca de tres kilómetros para exigir un alto a la violencia generada por los enfrentamientos armados en la región de los Altos.
En Chilpancingo, Guerrero, decenas de trabajadoras del ayuntamiento municipal denunciaron acoso laboral por parte de funcionarios y acusaron que, a pesar de haber presentado las denuncias, no han obtenido respuestas.
Al grito de ¡El Estado opresor es un macho violador!, decenas se reunieron frente al Palacio de Gobierno de Campeche para exigir la legislación del aborto y un alto a las violaciones de sus derechos.
Grupos opositores a la ideología feminista también se hicieron presentes, como en Aguascalientes o el Estado de México, donde creyentes católicos lanzaron agua bendita contra los contingentes y se apostaron cerca de los catedrales para impedir que las mujeres se acercaran.
Los disturbios también se hicieron notar, como en Chihuahua, donde un grupo de mujeres rompió los vidrios del Palacio de Gobierno, el cual también intentó incendiar sin conseguirlo; otros estados en donde también se registraron destrozos considerables contra recintos y establecimientos fueron Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Tabasco y San Luis Potosí, donde las puertas de la Universidad Autónoma fueron incendiadas.
En Michoacán, las mujeres derribaron una de las vallas metálicas que resguardaban el Palacio de Gobierno, desde donde fueron dispersadas con gas lacrimógeno.
“La violencia va en aumento, convirtieron a Colima en el segundo estado con la tasa más alta de feminicidios y transfeminicidios, lo han convertido en un cementerio. Desde hace años, hemos denunciado la presencia de crimen organizado”, afirmó una de las participantes del mitin en la capital colimense.
En Zacatecas, con consignas de “nos oprimen, nos violan, nos matan’’ y mostrando carteles de mujeres desaparecidas, las mujeres hicieron retumbar la Plaza de Armas.
Mientras tanto, en Tlaxcala los colectivos acusaron presuntas detenciones arbitrarias y represión, luego de causar destrozos al Palacio de Gobierno, sin que hubiera consecuencias de gravedad.
- El dato: A pesar de que se presentaron algunos actos vandálicos como el ataque a edificios públicos, en general las marchas en los estados terminaron con saldo blanco.