Un grupo de aproximadamente 400 extrabajadores de la cooperativa Cruz Azul, quienes mantienen la posesión ilegal de la planta cementera de Tula, en Hidalgo, se manifestaron la mañana de este lunes ante las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) demandando la reinstalación de energía eléctrica en dicho establecimiento.
Mediante un comunicado, la CFE informó que recibió a los inconformes; sin embargo, luego de sostener una mesa de negociación, concluyó que la reconexión en la planta “se dará en cuanto se reciba notificación del juzgado o autoridad competente”.
Señaló que el corte se da en respuesta a una solicitud de licencia para la suspensión temporal del suministro de energía, presentado de manera formal por el ingeniero Víctor Manuel Velázquez Rangel, quien encabeza el Consejo de Administración de la Cooperativa Cruz Azul.
Dicha solicitud fue atendida por la CFE el pasado miércoles 17 de agosto a raíz de que la planta, secuestrada desde hace dos años por dicho grupo, opera bajo graves condiciones de riesgo derivadas de su falta de mantenimiento.
Aunado a ello, hay reportes sobre abusos a derechos humanos al interior de las instalaciones, falta de pagos recurrentes y prestaciones para quienes laboran ahí, así como un severo deterioro ambiental, como revelan distintas denuncias presentadas ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La fábrica de cemento Cruz Azul en Tula fue ocupada ilegalmente desde hace dos años por el grupo de manifestantes, presuntamente vinculados con una operación de recursos de procedencia ilícita, el delito de despojo y robo de cemento propiedad de la cooperativa.
CEHR