Condenan hechos

Evelyn Salgado: crimen de Totolapan no quedará impune

Gobernadora instruye operativos e instalación de bases con Sedena; 20, las víctimas mortales; por asesinato de diputada en Morelos, legisladores reclaman ayuda al Presidente

La gobernadora de Guerrero (centro), ayer durante su mensaje.
La gobernadora de Guerrero (centro), ayer durante su mensaje. Foto: Especial

La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, advirtió que los hechos violentos en San Miguel Totolapan, donde perdieron la vida 20 personas y dos más resultaron heridas, “no quedarán impunes”.

Durante una transmisión en vivo, la mandataria indicó que se implementaron operativos especiales y se instalaron bases operativas y estratégicas en coordinación con Sedena, Marina, Guardia Nacional, Policía Estatal y Fiscalía General del Estado con más de 200 elementos, para garantizar la seguridad de la población tanto en el municipio, como en la región de la Tierra Caliente.

Dijo también: “Envío mi solidaridad y respaldo a todas y todos los pobladores de San Miguel Totolapan, sepan ustedes y todo el pueblo guerrerense que tienen un Gobierno que no duda en tomar acciones precisas para recuperar la tranquilidad que desde hace varios años anhelamos y por la que nos dieron su confianza.

Evelyn Salgado enfatizó: “Que quede claro, nuestro trabajo en materia de seguridad es prioritario y se realiza sin descanso, sin dar ni un paso atrás, y cada vez con mayor fuerza y respaldo de la federación y las fuerzas armadas”.

Es importante mencionar, dijo, que estos hechos “son un claro reflejo de la descomposición social heredada, por lo cual nuestras acciones están enfocadas en erradicar y atender desde la raíz las causas que generan la violencia”.

Acompañada por el comandante de la Décima Segunda Región Naval, Julio César Pescina Ávila, además de representantes de la 35 Zona Militar y de la Guardia Nacional, la mandataria estatal agregó que desde el momento en que se suscitaron los lamentables hechos, la tarde del miércoles, mantuvo una comunicación permanente con la titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana federal, Rosa Icela Rodríguez.

Lo anterior, dijo, con la finalidad de fortalecer las acciones de seguridad en la zona mencionada, así como con los familiares de las víctimas y las autoridades municipales de la región.

En su mensaje, hizo un llamado “responsable y respetuoso” a las autoridades municipales, para redoblar esfuerzos y estrechar la perfecta coordinación, para respaldar y apoyar a las fuerzas del orden.

También llamó al pueblo guerrerense a denunciar los hechos delictivos, a tener confianza en las instituciones y a no permitir la obstrucción, agresión y retención de los elementos de las Fuerzas Armadas, Marina, policías estatales y demás autoridades que acuden al llamado ciudadano.

Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez Gómez, refirió que se desplegaron diez grupos de la Policía Estatal, así como personal de la Marina, que integran la orden de operación Refuerzo Guerrero con un total de 85 elementos, para resguardar los municipios de Ajuchitlán del Progreso, Tlapehuala y San Marcos.

Disputa entre 2 grupos delictivos causa multihomicidio en Guerrero

La disputa entre los grupos criminales Los Tequileros y La Familia Michoacana provocó la balacera registrada el miércoles en el municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero, que dejó un saldo de 20 personas muertas.

Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, dijo que luego de las primeras investigaciones se pudo establecer que personas armadas pertenecientes al grupo criminal de Los Tequileros dispararon contra el presidente municipal, Conrado Mendoza, contra su padre –quien también fue alcalde– y contra siete policías, con quienes estaban reunidos.

“El evento se da en el contexto de la disputa criminal entre grupos delictivos; en esa región imperó, durante un tiempo, un grupo conocido como Los Tequileros, que era un grupo dedicado fundamentalmente al trasiego y comercialización de amapola, pero también que se dedicaba al secuestro, la extorsión, y perpetró diversos homicidios y desapariciones en la región”, detalló el funcionario.

Según la información de las autoridades locales, el líder fundador de Los Tequileros, Raybel Jacobo Almonte, habría muerto en el 2018, pero miembros de la organización se reagruparon para disputar el territorio a los líderes de La Familia Michoacana, identificados como El Pez y El Fresa, indicó Mejía Berdeja.

“Decir que ahí hay una disputa con un grupo criminal conocido como La Familia Michoacana, a cuyas cabezas apodadas El Pez y El Fresa, que son los líderes criminales de esa región, una línea de investigación también los vincula junto con este grupo Tequileros, como que pueden ser los responsables de estos eventos”, abundó.

El subsecretario de Seguridad dijo que desde el 2018 hay reportes de la actuación de estos grupos en la zona serrana de Guerrero, pero ahora se recrudeció la violencia. Incluso, el lunes pasado se reportó la muerte del director de Desarrollo Municipal en un accidente automovilístico, pero ahora lo investigan como probable homicidio doloso.

“En febrero de 2018, de esta organización criminal hubo diferentes detenciones en diferentes momentos y, en ese contexto, decir que este grupo vuelve a irrumpir, saca un video que se está autentificando y reivindican, entre otros, el homicidio de una persona llamada Nazario, que se tiene conocimiento se trata de Nazario Domínguez, director de Desarrollo Rural en San Miguel Totolapan, quien en principio falleció el pasado 3 de octubre en un accidente, en la carretera Poliutla-San Miguel Totolapan, pero que con posterioridad se abrió una carpeta de investigación por homicidio sobre este evento”, expuso Mejía Berdeja.

Los Tequileros publicaron un video en el que se adjudican el ataque.

También en redes sociales, José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias El Fresa, subió una grabación en la que asegura que ya ejecutó a los responsables del ataque contra el presidente municipal de Totolapan.

Añade que el objetivo era él mismo, pero que ahora está dispuesto a pagar el precio que sea necesario para acabar con sus rivales.

Guardan un minuto de silencio en la Cámara baja

Ante la masacre que acabó con la vida de al menos 20 personas en Totolapan, Guerrero, y el homicidio de la diputada Gabriela Marín en Morelos, el pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio.

Al pronunciarse, legisladoras y legisladores de las diversas bancadas condenaron los crímenes y exigieron acciones concretas por parte de las autoridades.

El primero en pedir el minuto de silencio por lo ocurrido en la demarcación guerrerense fue el coordinador del PRD, Luis Espinoza Cházaro, lo que fue secundado por la diputada de Morena, María del Rosario Reyes, quien también solicitó un minuto por el asesinato de la legisladora local.

“Reprobamos enérgicamente que nos estén extinguiendo como indígenas y como hermanos. Desde esta tribuna manifiesto y repruebo que no es justo que nosotros tengamos que sufrir; primero, por ser mujeres y segundo, por ser indígenas”, reclamó.

En tanto, Jessica Ortega, de Movimiento Ciudadano, pidió guardar un minuto de silencio no sólo por el asesinato de Gabriela Marín, sino por los 72 feminicidios que se han acumulado en el estado de Morelos.

A esto se sumó el morenista Klaus Uwe Ritter, quien anunció la presentación de un punto de acuerdo para exigir al Gobierno de la entidad que esclarezca los hechos sobre el homicidio contra su colega y “todos los feminicidios y asesinatos que ha sufrido últimamente nuestro querido estado de Morelos”.

El momento fue aprovechado por su compañero de bancada, Omar Castañeda, quien dijo que los ataques como los referidos al momento son “lo que motiva nuestra propuesta de que el Ejército siga apoyando en las tareas de seguridad”.

El coordinador de la fracción del PRI, Rubén Moreira Valdez, aseguró que los homicidios cometidos deben hacer reflexionar que “más allá de nuestras diferencias ideológicas encontremos una ruta para enfrentar la violencia”.

Con información de J. Chaparro, Y. Bonilla y M. Velázquez