Vuelve el colorido tras la pandemia

Reviven festejos de Día de Muertos en estados

Decenas de canoas volvieron a llenar de luz el Lago de Pátzcuaro, Michoacán; en Mérida, Yucatán, miles participaron en el Paso de las Ánimas; en Chamula, Chiapas, tomaron posh

Una velada fue realizada ayer en el panteón de Santa María Atzompa, Oaxaca. Foto: Cuartoscuro

Tras dos años de pandemia, regresaron las tradicionales celebraciones de Día de Muertos en los estados, como la de Pátzcuaro, Michoacán en donde miles de familias se reunieron para festejar este día de una manera muy particular.

Durante la tarde de ayer cientos de velas volvieron a iluminar los panteones en donde las personas se dieron cita desde la madrugada del primero y durante toda la tarde del día dos de noviembre para poder decorar las tumbas de sus familiares con flores, rehiletes, adornos y comida. Además de que los vivos -los pobladores-compartieron atole, café y tamales a todas las personas.

Todo empezó cerca de la medianoche del primero de noviembre, donde se pudieron observar las procesiones hacia el panteón de Tzirumútaro, ubicado en la punta de la isla de Janitzio, ahí, mujeres y niños, acompañados de velas y antorchas, caminan silenciosamente hacia el encuentro de sus difuntos.

Ya en el panteón, a la entrada está un arco lleno de flores, y una fila de veladoras que simbolizan el portal y el camino por el cual los muertos regresan al mundo de los vivos para disfrutar de su comida favorita.

Las flores de cempasúchil, tradicionales de esta época, son las encargadas de decorar las tumbas, ya fuese en forma de cruz, con pétalos regados o figurando corazones, todas pintan de colores las lápidas grises.

En el Lago de Pátzcuaro donde las canoas también son adornadas con redes y cientos de flores, no solo de cempasúchil sino también de flores de nube, las personas inician el día con las preparaciones de los alimentos que eran preferidos por sus difuntos. A lo largo del día, la gente no deja de alegrar con sus cánticos y música tradicional. Ya por la noche, se pudo disfrutar el espectáculo de los pobladores quienes salieron en sus balsas iluminando el camino con veladoras encendidas.

Habitantes de Calixtlahuaca, delegación de la zona norte de Toluca acudieron al panteón de la zona para esperar a los fieles difuntos como parte de el festejo de Día de Muertos; con velas, comida, música y cobijas llegaron y se instalaron en las tumbas de sus muertos para velarlos, la noche se torno algo fría pero esto no importó para que las familias continuaran llegando a lo largo de la noche.

En otros estados como Oaxaca, la gente se reunió en las calles durante la noche del primero de noviembre en donde mientras pasó un desfile de catrinas, pobladores de la entidad regalaron chocolate de agua y el tradicional pan de yema que maravilló a todos, porque en esta temporada tiene un muñequito de alfeñique al centro que simboliza la muerte-. Mientras la gente comió y bebió otros más bailaron en la Calle Macedonia.

Esa misma noche, pero en Guerrero, las familias se reunieron desde temprano, y elaboraron pan de muerto en hornos de piedra tradicionales, así como alimentos. Muchos fueron a los panteones donde los decorados recibieron a los visitantes que cantaron, rezaron, y limpiaron los sepulcros. Por la noche, quienes se quedaron prendieron veladoras; el recuerdo estuvo acompañado de muchas luces y olores, como el copal y el suspiro espiritual para recordar el andar del alma de los que se han ido.

Una constante en todas estas tradiciones es que, quienes las siguieron, conversaron sobre las tumbas de sus seres amados, pues esperaban que escucharan la invitación de acudir a sus casas para volver, una vez más, del más allá. A pesar de que, en la mayoría de los estados, la tradición cambia el punto central, es recordar a quienes ya se adelantaron.

RFH

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