El cuerpo desmembrado del comandante de la Policía Municipal de Tulcingo del Valle, Maurilio Herrera Quiroz, fue localizado al interior de bolsas de plástico abandonadas en un parque de la localidad en Puebla.
El hallazgo de los restos, junto a un mensaje escrito en una cartulina, sucedió horas después de que Maurilio Herrera confesó ser el presunto responsable del asesinato de cuatro personas en días pasados.
El video de la confesión fue difundido en la cuenta personal de Facebook del jefe policial, quien aparece hincado y con las manos atadas a la espalda; se identifica y procede a relatar los pormenores del multihomicidio.
De acuerdo con la narración, una oficial identificada como Jaqueline tuvo un altercado con cuatro personas en Xochihuehuetlán, Guerrero, situación por la que solicitó apoyo.
En respuesta, Herrera Quiroz ordenó a Jaqueline que regresara a Tulcingo. Hasta territorio poblano, relató el comandante, fue seguida por los cuatro sujetos, quienes comenzaron un conflicto a golpes afuera del domicilio de la mujer.
Posteriormente, Herrera Quiroz ordenó a un comandante de nombre Andrés Vásquez que "subiera a la patrulla" a las víctimas y las trasladara a un punto conocido como “el Coco”, detrás de la capilla de Santa Cruz de Tulcingo del Valle.
"Los bajaron, comencé a hablar con ellos, que por qué lo habían hecho, estaban agresivas las personas. Efectivamente los golpeamos y de ahí opté en cortarle la garganta a Peter, y ya de ahí le dije a Diego Cabañas que le cortara la garganta a las otras tres personas, y efectivamente les cortó la garganta”, relató el policía.
Posteriormente, el uniformado identificado como Diego, junto a uno llamado Alexis, abandonaron los cuerpos en Jilotepec, Guerrero, mismos que fueron localizados con signos de tortura el 15 de noviembre.
Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, confirmó los hechos e informó que la Guardia Nacional y la Policía Estatal se harían cargo de la seguridad en Tulcingo del Valle, luego de la renuncia de 20 integrantes de la corporación municipal y el asesinato de Maurilio Herrera.
CEHR