El estado de Zacatecas vivió ayer un lunes negro debido a los diversos hechos de violencia que azotaron a la entidad, los cuales dejaron un saldo de al menos cuatro personas muertas —entre ellas dos policías que fueron ejecutados en ataques directos— y que incluyó balaceras y dos casas incendiadas en el municipio de Jerez, y narcobloqueos en Fresnillo.
Por la mañana, un comandante de la Policía Estatal fue asesinado cuando transitaba a bordo de una motocicleta sobre una vialidad de la capital de la entidad.
El oficial, quien se encontraba franco, circulaba en la calle Tránsito Pesado del fraccionamiento Colinas del Padre, cuando fue atacado a balazos por un grupo de hombres fuertemente armados.
Menos de una hora después, un elemento de la Policía Penitenciaria del estado fue asesinado en la calle Justicia de la colonia Ojo de Agua, en el municipio de Guadalupe. Los disparos recibidos a quemarropa alcanzaron a la mujer que lo acompañaba, quien también perdió la vida.
Con estos homicidios, Zacatecas se consolidó como el estado con más uniformados asesinados en lo que va del año, al contabilizar un total de 57, de los cuales, al menos cuatro eran elementos de la Guardia Nacional.
Tan sólo en los últimos diez días han sido asesinados cuatro policías de distintas corporaciones en el estado gobernado por David Monreal.
En tanto, durante la madrugada se registraron balaceras en distintos puntos del municipio de Jerez, así como el asesinato de una persona y el incendio de dos casas, al parecer mediante ataques con artefactos explosivos.
Ya cerca del amanecer, pobladores reportaron al menos tres bloqueos impuestos por hombres armados en diferentes puntos de la carretera Fresnillo-Jerez, a la altura de la comunidad Los Rivera del municipio de Fresnillo.
Los sicarios despojaron de sus vehículos a tres personas y luego los utilizaron para incendiarlos y realizar con ellos los bloqueos.
El lunes negro de ayer dio continuidad al fin de semana violento que se vivió en la entidad, pues entre viernes y sábado un grupo armado asaltó a dos caravanas de migrantes mexicanos que venían de Estados Unidos para visitar a sus familias, en otras entidades, con motivo de las fiestas navideñas.
Y el domingo, un grupo de sicarios secuestró en Fresnillo a la joven de 19 años María del Carmen Zamorano Marín y a su hija, de sólo un año de edad, sin que se conozca hasta el momento su paradero.
En tanto, ayer se dio a conocer el secuestro virtual que sufrió un sacerdote de la tercera edad en el municipio de Guadalupe. El clérigo, quien ya está retirado, fue víctima de una extorsión telefónica que lo obligó a salir de la casa en la que habita. Horas más tarde se informó que el eclesiástico fue rescatado sano y salvo.