Laura tiene 21 años y todo el tiempo ha vivido en la colonia Ampliación Santa Catarina, en el municipio de Valle de Chalco, Estado de México, una de las demarcaciones consideradas con mayor índice de inseguridad, que hace que sus habitantes siempre caminen con miedo.
Este municipio, gobernado por el morenista Armando García Méndez, está considerado también como uno de los más peligrosos para las mujeres, por los altos niveles de violencia de género.
Laura comenta a La Razón que, aunque “haya luz del día”, pensar en salir sola por las calles no es una opción, pues aunque a ella sólo le han tocado dos asaltos camino a la escuela —un privilegio tomando en cuenta que muchas mujeres han sufrido peores agravios—, su mamá le ha dicho que evite salir sola, porque puede ya no regresar.
Durante este año que está por terminar, —con corte al mes de noviembre— cinco delitos de alto impacto, entre ellos dos que afectan principalmente a las mujeres, registraron un crecimiento importante, en comparación con el mismo periodo del 2021.
Uno de ellos es la violación, ilícito que aumentó 200 por ciento, ya que los casos pasaron de tres a nueve, de acuerdo con datos del Observatorio Nacional Ciudadano.
Además, de enero a noviembre de este 2022 el narcomenudeo creció 400 por ciento, toda vez que se abrieron cinco carpetas de investigación, mientras que en el mismo lapso del año pasado hubo una.
Asimismo, las lesiones dolosas se incrementaron 49 por ciento al pasar de 53 a 79 los expedientes entre uno y otro periodo, mientras que la violencia familiar subió 20 por ciento al ser abiertas 72 investigaciones contra las 60 del año anterior.
Otro delito que creció en el periodo estudiado es el robo a casa habitación, con el 64.7 por ciento de aumento al pasar de 17 carpetas de investigación a 28.
La situación de inseguridad no es nueva, según refieren varios pobladores consultados, pues aseguran que Valle de Chalco siempre ha sido considerado peligroso. “Sobre todo por los asesinatos”, precisan.
Y cuentan que, debido al canal y a que en la zona hay lagos, constantemente aparecen cuerpos tirados.
Salvador García, quien lleva toda su vida en el sitio, habla de esto y dice: “Pues sí pasa la policía, pero la colonia siempre ha sido conflictiva, hay muchos asaltos, muchos asesinatos, muchos muertos, los vienen a tirar aquí y allá”.
Gabriel, de 20 años de edad y quien trabaja en un bicitaxi, afirma que “las calles por lo regular están vacías, son muy pocas personas las que se ven, les da miedo, salen sólo a lo que van y ya”, advierte.