Servicios de Salud del Estado de Oaxaca (SSO) informó del deceso de un niño de siete años, que presuntamente había contraído rabia tras haber sido atacado por un murciélago.
La dependencia indicó que su hermana, de ocho años de edad, se encuentra con sedoanalgesia y ventilación mecánica, por lo que continuará bajo observación y tratamiento médico; sin embargo, su pronóstico de salud sigue siendo grave.
En un comunicado, SSO apuntó que en las últimas 24 horas no se ha reportado ningún cambio respecto al estado de salud de esta paciente femenina de ocho años de edad.
Indicó que aún está en espera de los resultados de laboratorio de los tres pacientes por parte del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) para confirmar o descartar que se hubieran infectado con este virus.
El pasado domingo se reportó que tres menores de edad habían sido diagnosticados como sospechosos de haber contraído rabia y que eran atendidos en el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, de la capital del estado.
Como consecuencia de ese diagnóstico, la Jurisdicción Sanitaria número uno “Valles Centrales”, de los Servicios de Salud de Oaxaca, activó un protocolo de vigilancia epidemiológica de prevención y control en la comunidad de donde son originarios los pequeños.
Al día siguiente, Alejandro Ramírez Figueroa, subdirector de Servicios de Salud de Oaxaca, comentó que la mordedura que sufrió la niña de ocho años “es grave”, pues fue en el cuello y detrás de la oreja, cerca del sistema nervioso; el menor de siete años “fue mordido por la espalda baja, más o menos por la columna lumbar, mientras que la tercera víctima, una pequeña de dos años, quien hasta el momento no ha presentado síntomas, fue mordida en la mano”.
En entrevista radiofónica con el periodista José Cárdenas, Ramírez Figueroa comentó que los familiares de los tres hermanos también se encuentran bajo vigilancia médica y con tratamiento preventivo para la rabia, por el contacto que tuvieron con los menores.
Explicó que aparentemente los niños fueron atacados cuando dormían durante la noche del 24 de diciembre y su madre los llevó al hospital Sola de Vega, ubicado a tres horas de su hogar, en la comunidad de Palo de Lima, dentro del municipio de San Lorenzo Texmelucan. Cuando fueron atendidos, dijo, el niño de siete años ya presentaba signos de fiebre y retención urinaria.
El funcionario explicó que la muerte relacionada con la rabia llega cuando el virus se propaga por el sistema nervioso central, lo que puede generar una inflamación progresiva del cerebro y de la médula espinal.
Entre los síntomas, destacan la fiebre acompañada de dolor, hormigueo, picores, deshidratación, malestar general, hiperactividad, miedo al agua y miedo a las corrientes de aire.
