En respuesta a los episodios de violencia que se han suscitado en el puerto de Acapulco, Guerrero, ayer llegaron 200 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El objetivo del despliegue militar es contener la violencia que durante las últimas semanas hicieron de la zona, reconocida como uno de los principales atractivos turísticos del país, blanco de episodios delictivos.
El ingreso de los elementos federales fue por Viaducto Diamante, a bordo de al menos 30 unidades. Con su llegada ya suman 500 soldados del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional que recorrerán el puerto, junto con autoridades del estado y del municipio.
El teniente coronel de Infantería Javier Ojeda Beltrán dijo que el reforzamiento de personal buscará engrosar las diversas corporaciones que ya se encuentran presentes en la zona, para beneficiar a la población.
Aseguró que ya se cuenta con un plan para inhibir las actividades ilícitas que han inquietado a los habitantes y visitantes; sin embargo, “por cuestiones de estrategia no se las puedo comentar”, dijo al tiempo de sostener que habrá cambios.
En un primer balance sobre la situación que atraviesa Acapulco, detalló que el 50 por ciento de los homicidios que se registran en el estado ocurre en esa zona.
Luego de señalar que conoce bien el territorio, indicó que las labores se concentrarán en las zonas con el mayor índice delictivo, como son, además del puerto, la colonia Emiliano Zapata, Ciudad Renacimiento y La Sabana.
También detalló que los elementos del Ejército realizarán recorridos a pie, en vehículos motorizados, y establecerán puestos militares.
Apenas la semana pasada, el cabildo del municipio de Acapulco aprobó el acuerdo presentado por la alcaldesa, Abelina López Rodríguez, para destituir a Maximiliano Serrano Pérez del cargo como titular de la Secretaría de Seguridad Pública.
En su lugar fue designado el capitán de fragata Adrián Olivas Franco, del Cuerpo General de Infantería de Marina.
Las manifestaciones de la violencia han estado presentes en el año, pues en las poco más de tres semanas que lleva el mes se ha reportado el abandono de restos humanos, persecuciones, bloqueos carreteros y asesinatos en zonas concurridas.
Entre los actos se encuentra el asesinato de Samuel Buenfil Espinoza, quien se desempeñó como jefe operativo de la Policía Auxiliar, y quien murió baleado en Acapulco el 10 de enero.
La inseguridad coincidió con la alerta de viaje que Canadá lanzó a principios del mes para exhortar a sus ciudadanos a que evitaran viajar al estado de Guerrero, con excepción de los municipios de Ixtapa Zihuatanejo y Taxco.