El caso más conocido referente a un ataque con ácido, es el de la saxofonista María Elena Ríos, quien en Oaxaca fue víctima de una agresión que le causó heridas graves en su rostro y otras partes del cuerpo. Así como el de ella, existe una gran cantidad de casos en los que mujeres son atacadas con ácido y, al menos en Puebla, esto ya será considerado como tentativa de feminicidio.
Con 37 votos a favor, 0 abstenciones y 0 en contra, el Congreso de Puebla aprobó la Ley Ácida, para que los ataques con ácido y otras sustancias dañinas, sean tipificados como tentativa de feminicidio. Una noticia que fue celebrada con Malena como testigo.
¿Qué es la Ley ácida?
La Ley Ácida reconoce las agresiones hechas con ácido y otras sustancias dañinas en contra de la mujer, como un tipo de violencia por "sustancias químicas" y las ha catalogado como tentativa de feminicidio.
La exigencia por parte de las sobrevivientes a estos ataques, es que la ley no sea una extensión de Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
La "violencia ácida", hace referencia al daño no accidental, utilizando ácido o alguna sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica o inflamable, misma que pudiera causar o no, lesiones internas, externas o ambas según el acto.
¿Cuál será el castigo que dará la Ley Ácida?
Arrojar sustancias corrosivas o químicas a una mujer, las cuales podrían provocar o no, lesiones internas o externas, considerando dicha acción feminicidio en grado de tentativa.
Quienes sean responsables de este delito, recibirán un castigo de hasta 40 años de cárcel. En este sentido, Puebla es el primer estado de México en reconocer estas agresiones de forma legal, pues en otras entidades este delito es tratado como "lesión física".
"Una de las formas más brutales es la violencia ácida con sustancias químicas, que no sólo causa daño físico sino también emocional y psicológico a las víctimas, la violencia ácida es un acto atroz que más allá de destruir la apariencia física de una mujer, tiene como objetivo destruir su vida y la de sus seres queridos, las marcas no son sólo físicas, sino también psicológicas pues deja un estigma en la mente de la víctima que sabe que su vida no volverá a ser la misma después del ataque", mencionó la diputada Aurora Sierra.
Este es un gran avance para que en otros estados de la República se tome en cuenta también esta tipificación para que dejen de considerarse como lesiones físicas y también se les catalogue como tentativa de feminicidio.