Al primer trimestre de este año, Morelos se ha posicionado en el primer lugar a nivel nacional como la entidad en la que más secuestros y despojos se cometen por cada cien mil habitantes.
De acuerdo con un análisis elaborado por la organización Morelos Rinde Cuentas, en el estado gobernado por Cuauhtémoc Blanco se cometen 0.30 secuestros y 17.44 despojos por cada cien mil morelenses.
También ocupa el segundo lugar nacional con más homicidios dolosos, con 15.6; robos a bancos, con 0.15, y de autopartes, con 15.5, ocurridos en cuanto a la misma tasa.
Asimismo, se ubicó en el tercer puesto respecto a feminicidios, con 0.40; en el cuarto sitio en robo en transporte público, con 1.97, y en violación, con 7.1, mientras que es quinto lugar nacional en robo a transportista, con 2.18 por cada 100 mil habitantes.
Asismismo, al comparar la situación de la entidad con la que vivía en el primer trimestre del año pasado, se encontró que diez delitos crecieron.
De éstos, el robo en transporte público fue el de mayor aumento, con 56 por ciento; en segundo lugar le siguió la corrupción a menores, con 50 por ciento; robo de vehículo automotor, con 30, y homicidio doloso y extorsión, con 26 por ciento cada uno.
Otros ilícitos que se registraron al alza fueron el robo a transportista, de autopartes, abuso sexual, despojo y robo a casa habitación.
Por el contrario, los que se fueron a la baja al comparar el mismo periodo son aquellos cometidos por servidores públicos, el robo a instituciones bancarias, a negocio, el secuestro, feminicidio, narcomenudeo y violación.
Roberto Salinas, coordinador de Morelos Rinde Cuentas, explicó en entrevista con La Razón que en el análisis delictivo de los últimos cuatro años se observa que el robo a negocios y de vehículo, así como el homicidio, se han mantenido entre los primeros lugares nacionales, como consecuencia de la decadencia en la garantía de un Estado de derecho.
De acuerdo con la última evaluación de World Justice Project 2022, Morelos ocupa el segundo puesto como la entidad con el menor índice de Estado de derecho, pues en una escala del cero a uno, registra .35 puntos, lo que además representa dos décimas por debajo de lo que obtuvo un año antes.
“Esto afecta el desarrollo económico, social, de la ciudadanía, se le genera que esté intranquila. No vemos cuándo Morelos pueda cambiar, porque no vemos tampoco una estrategia clara, hay descoordinación entre las instituciones. Cada quien se echa la culpa ”, afirmó el especialista.
Explicó que al ser un estado de tránsito también captó al turismo con el que se promovió la actividad económica y recreativa de varias zonas, principalmente el sur, que durante los últimos años dejaron de crecer por la pandemia, pero también por la pérdida de confianza para visitar el estado, y ahora principalmente su capital: Cuernavaca.
Al subrayar que las autoridades no han emprendido acciones regionalizadas para dar solución al tema, señaló que la situación se agrava por la insuficiencia de elementos de seguridad.
A pesar de que en febrero pasado el gobernador anunció el aumento salarial a los policías, el incremento fue sólo de 14 por ciento, aun cuando se había sugerido que fuera del 50 por ciento, dijo.
“El gasto del Gobierno del estado de Comunicación Social llegó hasta 280 millones de pesos, cuando se pudo haber invertido más en la policía. El incremento representa como 17 millones de pesos al año, entonces sí hay de dónde poder obtener recursos para mejorar la parte de seguridad”, señaló.
De cara al cierre del actual Gobierno estatal, señaló que se deben hallar las estrategias para entregar un estado con mayor capacidad y programación para que “les sea más sencillo tomar las riendas”.
