Pedir la retirada de elementos del Ejército mexicano a cambio de “entregar” los cuerpos de los dos sacerdotes jesuitas asesinados el año pasado en la Sierra Tarahumara no fue una petición hecha por la gobernadora de Chihuahua, aseguró el gobierno del Estado.
La acusación fue lanzada ayer por la mañana por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló a la mandataria local, María Eugenia Campos, de haber pedido la salida de militares de la entidad para presuntamente dar los cuerpos de los sacerdotes.
“Resulta que empezamos la búsqueda de los cuerpos y habla la gobernadora para decir que se salga el Ejército y nos van a entregar los cuerpos, y la instrucción fue: No. Imagínense”, dijo en su conferencia matutina.
Aseguró que los cuerpos fueron hallados por zonas en las que la Guardia Nacional y el Ejército habían recorrido con anterioridad sin encontrar algo.
“El dirigente de la banda, incluso el que los ejecuta, convivía ahí y andaba sin ninguna preocupación, era hasta promotor de un equipo de béisbol ¿Quién gobierna Chihuahua? ¿Qué partido desde hace tiempo? No veían nada, nada absolutamente”, dijo.
Más adelante, el Presidente refirió que el homicidio de los religiosos fue producto de conflictos que persistían entre bandas criminales de la zona y porque el Ejército se mantenía ahí.
En respuesta, el Gobierno del Estado rechazó categóricamente las declaraciones del titular del Ejecutivo Federal.
“Reitera que en ningún momento se buscó negociar la entrega de los cuerpos de los sacerdotes jesuitas que perdieron la vida tras ser víctimas de un ataque en el poblado de Cerocahui, a cambio de la salida del personal castrense”, señaló por medio de un breve comunicado.
Asimismo, el gobierno local dijo que además de que lo narrado por el Presidente nunca ocurrió, sugirió que “alguien” le ha proporcionado información incorrecta al mandatario “sobre un tema que se aclaró en su momento”.
“El Gobierno de Chihuahua mantiene firme su intención de seguir trabajando de manera coordinada con los cuerpos de seguridad, federales y estatales, para garantizar la paz y la seguridad de las familias que habitan en la Sierra Tarahumara”, señaló.