Las últimas semanas han sido de terror si de maltrato animal hablamos, y eso, sólo de los casos que logran viralizarse a través de las redes sociales y posteriormente en medios de comunicación. Desde Benito o Scooby, el perrito que fue lanzado a un cazo con aceite en Tecámac, Estado de México, pasando por el gatito de Tlalnepantla, al que sin más le quitaron la vida luego de haberse ganado su confianza.
Ahora, el maltrato animal se dio en Huauchinango, Puebla, por parte de una adolescente que adoptó a un cachorrito que fue bautizado como "Huellitas", únicamente para quitarle la vida. La adolescente dijo que planeaba hacerlo con un gato, pero al presentársele la oportunidad de adoptar al perrito y acabar con él, no la desaprovechó.
Como nota para el lector de La Razón, no publicaremos las fotografías del maltrato contra Huellitas por ser demasiado violentas, ni tampoco las imágenes de la adolescente, para no vulnerar su identidad, ésto en ambos casos.
'Mi objetivo principal era matar a un gato'
En redes sociales se viralizó el caso de una adolescente estudiante del CBTIS 86, quien adoptó un perrito a una de sus compañeras de clase. Fue ella quien difundió una conversación que tuvo con esta menor, quien pocos minutos antes había subido las fotografías en donde aparece Huellitas con evidentes muestras de maltrato animal y ya sin vida.
"¿Por qué le hiciste eso al perro? ¿Por qué me lo pediste si no lo querías? Yo me lo hubiera quedado", se lee en la conversación en la que le reclaman a la menor por haberle quitado la vida al perrito. "¿Te confieso algo? Nada más lo quería para eso", responde.
En la conversación, quien le dio en adopción al perrito le pregunta por qué lo hizo. Ella responde: "Porque quise. De hecho mi objetivo principal era matar a un gato, pero como era difícil y se me presentó esa oportunidad, dije: ah, va". Cuando quien da en adopción le dice "estás enferma", ella responde que sí, que es por eso que sus padres la llevan al psicólogo.
#JusticiaParaHuellitas, el hashtag para viralizar el caso
En redes sociales comenzó entonces una campaña para que el castigo por maltrato animal se lleve a cabo y que el caso no quede impune, aún siendo una menor de edad. Muchos también piden que se dé con la adolescente para saber cuál es el contexto en el que vive y qué fue lo que la llevó a cometer este acto de crueldad, antes de castigarla con prejuicios desde las mismas plataformas sociales. Huellitas era un perrito que, de acuerdo a los propios alumnos del CBTIS 86, se encontraba al interior de la escuela y que realizaba rondines por la cafetería de la institución educativa.
Con el hashtag #JusticiaParaHuellitas, comenzaron las movilizaciones en redes sociales, las cuales se trasladaron a las calles. En Huauchinango, manifestantes pegaron pancartas en las que se exige justicia y un alto para el maltrato animal con consignas como "Ni una patita menos"; "Sé el camino que quieres ver en el mundo" o "Educa a tus hijos con amor hacia los animales y tendremos adultos con sensibilidad hacia ellos".
Alumnas y alumnos del CBTIS 86 también se manifestaron con pancartas que pegaron a la entrada de la institución a manera de protesta contra el maltrato animal y exigiendo una sanción para quien quitó la vida de esta manera a Huellitas.
¿Qué dicen las autoridades?
Este 16 de junio, a través de un comunicado, la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial informó lo siguiente: "En concordancia absoluta a los preceptos del gobernador Sergio Salomón, sobre el respeto que merece toda forma de vida, la SMADSOT reprueba cualquier acto violento como el ocurrido contra un can en Huauchinango, que fue difundido en redes sociales el 15 de junio".
Agregaron que "a través del Instituto de Bienestar Animal y el equipo jurídico, la SMADSOT presentó la denuncia correspondiente ante Fiscalía General del Estado, en apego a las atribuciones establecidas en la Ley de Bienestar Animal del Estado".
Se pide también no caer en mentiras que se difunden en redes sociales, pues ya se están creando (sobre todo en Instagram) cuentas falsas con las que se podría vulnerar no sólo la identidad de la alumna que quitó la vida a Huellitas, sino también su seguridad, tomando en cuenta las acciones del pasado en la comunidad poblana, en donde han hecho justicia por su propia mano.