Cinco habitaciones de una vivienda situada en la Unidad Habitacional Pemex, colapsaron la madrugada de este viernes debido a un nuevo creciente de los niveles del río Tula.
Ante esta situación, el propietario de la casa solicitó la indemnización por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) porque a su consideración, ni él ni su familia tuvieron la culpa de la destrucción del inmueble.
El propietario, identificado como Rodolfo Pérez Estrada, argumentó que fueron inundados por el desbordamiento del afluente en septiembre de 2021. Añadió que su propiedad no estaba en la ribera del río, como la mayor parte de las afectadas.
Explicó que el terreno quedaba a por lo menos 15 metros del lindero del afluente, pero que, después del 6 y 7 de septiembre de hace dos años, el río paso de tener una amplitud de 15 o 18 metros a 45, lo que quiere decir que literalmente “se comió la tierra”.
Más aún responsabilizó de su pérdida a las constructoras que la dependencia federal contrató para ejecutar el Plan Hídrico de la demarcación, porque con las costaleras que están utilizando para desviar el cauce y construir el muro de contención que implica el proyecto, echaron toda el agua y su fuerza hacia su propiedad, que, por obvias razones, terminó por colapsar.
Por último, reiteró que lo único que quiere es que le repongan su propiedad, quizá no de las dimensiones que tenía, pero un proyecto digno sí.
