Esta Noche de Muertos llegan a caballo las ánimas a Cuanajo, localidad del municipio de Pátzcuaro con gran arraigo en esta tradición prehispánica; donde, como cada año, se encuentran con sus familiares en un ambiente rodeado de misticismo.
Al arribar al centro de la localidad, considerada como la cuna del mueble artesanal, lo primero que pueden apreciar los turistas y visitantes es un caballo de madera monumental cubierto de flores de cempasúchil, el cual es instalado con la firme creencia de que servirá como medio de transporte para que las ánimas puedan llegar a las ofrendas que les han dedicado sus familias.
Este pueblo purépecha se llena de caballos de madera para el gran festejo que une a vivos y muertos. En los hogares se aprecian caballos de menor tamaño, colocados como parte de las ofrendas y que son iluminados con la luz de la velas con el propósito de guiar a las ánimas hacia los alimentos que se preparan para este momento sublime en el que regresan a convivir con sus seres queridos.
Se pueden apreciar platillos típicos de la región como uchepos, enchiladas, corundas, atoles, vinos, panes y pozoles, donde más que un adorno para los altares, es un ofrenda a los muertos que esta noche, podrán deleitarse con los sabores que fueron de su gusto a lo largo de la vida.
Cuanajo se localiza a 48 kilómetros de Morelia, en la zona Lacustre de Pátzcuaro, la cual, se lleva las miradas y la atención para ser testigos de esta celebración de Noche de Muertos que se desarrolla los días 1 y 2 de noviembre, la cual fue catalogada en el año 2008 por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
JVR