IP pone fe en fiestas decembrinas

Reactivación tras Otis, aún incipiente; ven en fiestas ligera esperanza

Algunos pequeños restaurantes en Acapulco ya abrieron, pero hay poco turismo; operan en números rojos; anuncia Gobierno legalización de viviendas

Restauranteros reconstruyen sus locales con ayuda de meseros, el pasado martes. Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

En Acapulco, Guerrero

Pequeños empresarios de Acapulco esperan que, en medio de la incipiente recuperación del puerto tras el embate del huracán Otis, en este diciembre cambie su economía por las fiestas de Navidad y fin de año, pues afirman que paulatinamente han visto más llegada de personas para vacacionar.

A pesar de que aún es muy poca la gente que llega a disfrutar de las playas, ya se ven algunos negocios que han reanudado sus actividades en la zona de la Costera, aún con limitantes, para comenzar a dar servicio a los turistas.

“Nosotros ya abrimos desde hace dos semanas con acceso a la playa. Aún estamos un poco destruidos, pero tenemos que trabajar y dar lo mejor, porque es necesario salir de esto como sea”, explica Joaquín Hernández, encargado del restaurante Versanes.

El comerciante de la playa Papagayo dice que están trabajando principalmente con turismo local, debido a que la mayoría de los hoteles siguen cerrados, lo que complica que lleguen turistas de otras latitudes.

Menciona que todavía se encuentran en números rojos, pero decidieron apoyarse con meseros y juntos sacar el negocio a flote, debido a que es la única manera de trabajar y ganar un poco de dinero.

En el sitio, en donde venden comida a la carta y bebidas, hay oferta de alimentos aún insuficiente, pues apenas sacan la cuenta para comprar nuevo producto y tener más variedad para los paseantes. “Vamos sacando el poco producto que compramos, porque nosotros necesitamos sacar 200 mil pesos para restablecer a la totalidad el sitio; perdimos mesas, sombrillas y parte de la estructura del mismo restaurante”, explica.

Valente López, del restaurante Lupita, asegura que esperan que para diciembre haya una mayor reactivación, porque la situación es complicada y, aunque hay turistas, siguen siendo muy pocos para el servicio que pueden dar.

“Nos daría mucho gusto que llegue más gente, porque apenas estamos levantando todo y necesitamos que haya consumo para poder reconstruir y vender más cosas, como antes”, externa.

Por el momento, dice, apenas están sacando pocos recursos para reinvertir, pero espera que este mes haya más turismo, que es lo que necesita el puerto.

Yolanda Navarrete renta sillas y mesas en Playa Condesa y, antes del impacto de Otis, ganaba tres mil pesos diarios, pero ahora sólo obtiene 200 pesos que apenas le alcanzan para la comida del día.

“Aprovechamos a los trabajadores que vienen a lo de la reconstrucción, pues se relajan en la playa y lo que hacemos es rentarles las cosas más baratas para tener dinero y no afectarlos a ellos”, expone.

La renta normal de cuatro sillas, una mesa y una sombrilla es de 400 pesos por día, pero lo cobran en estos momentos hasta en 200 pesos, pues no hay muchos clientes.

A pesar de que el turismo es local, ya se pueden ver turistas de otros países, como el caso de Nelly, quien llegó con dos familiares a disfrutar de las playas que, dice, “están solas”.

“Yo soy italiana y tengo familia acá, por eso busco llegar a disfrutar de la soledad de las playas en este momento y así ayudo de alguna manera. Yo veo a Acapulco que va saliendo y está mejor que hace un mes, pero sí invito a la gente a venir, porque las playas están buenas para bañarse”, expresa.

En esta gradual vuelta a la normalidad, Isabel Flores llegó de Cancún para buscar nuevas oportunidades de negocio en Acapulco, porque entiende que puede aprovechar el momento para vender, ya que considera que también muchos comerciantes salieron de Acapulco.

“Yo vengo a vacacionar y a aprovechar las oportunidades de trabajo, porque me interesa el tema del buceo y veo que acá deja buen dinero; por ello, voy a ayudar a reactivar invirtiendo”, agrega.

Señala que es necesario que la gente llegue a vender, comprar y consumir, ya que es el puerto más famoso y bonito del mundo; incluso, dice, está invitando a más gente a que se una en una cadena de negocios.

Alan de Luna, de Naucalpan, Estado de México, aprovecha para tomarse unos días de vacaciones con sus amigos, ya que el trabajo y el inicio de diciembre se los permite. “Nos tocó llegar por una zona afectada y fue algo complicado. Es triste, pero tenemos que ayudar, porque pensamos aunque sea estar tres días”, añade.

Luna menciona que la gente se debe “lanzar” para apoyar el comercio, pues si bien no hay hoteles, sí hay muchos negocios que necesitan de la gente para sobrevivir. Reconoce que los precios están bajos y se debe aprovechar la playa que, a pesar de la tragedia, conserva su esplendor.

Alistan entrega de certificados de vivienda

El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció que entregará certificados especiales para legalizar la posesión de viviendas en Acapulco y Coyuca de Benítez, ya que después de las afectaciones provocadas por el huracán Otis, se detectó que de más de 270 mil casas, al menos 50 por ciento no tiene escrituras.

Por lo anterior, informó que dará un certificado con la intención de que no haya problemas con la vivienda, pues no cuentan con el documento público otorgado por notario para acreditar la propiedad de la vivienda.

El propósito es apoyar a las personas que viven en las zonas dañadas por Otis, que golpeó las costas de Guerrero el pasado 25 de octubre, donde se dará prioridad a los que se apuren en la rehabilitación de su vivienda, agregó, tras subrayar que el documento será de “protección” en lo que tramitan escrituras.

Sin fijar un tiempo determinado para la entrega del certificado a los beneficiarios, el Ejecutivo federal explicó que será después de que terminen la rehabilitación de sus hogares.

Más adelante, recordó que los apoyos para la rehabilitación de las viviendas se entregarán a partir del 9 de diciembre y hasta el 31 del mismo mes. Los montos de la ayuda económica son de entre 35 mil a 60 mil pesos por familia.

Con información de Sergio Ramírez