El pasado 14 de enero, especialistas del Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE) Puebla del Instituto de Seguridad y Servicios sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) lograron obtener su primera donación multiorgánica de 2024, de la cual obtuvieron riñones y córneas y fue posible brindar una nueva oportunidad de vida a tres personas.
El director general del instituto, Pedro Zenteno Santaella, agradeció el valor y altruismo de la familia de la heroína donante, una mujer de 45 años, maestra y derechohabiente del municipio de Zihuateutla, Puebla, quien lamentablemente presentó muerte cerebral.
Invitó a la población a sumarse a esta cadena de ayuda humanitaria y registrarse ante el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) como donantes voluntarios https://goo.su/ucv7l porque todas y todos podemos llegar a requerir un trasplante, y a la vez podemos ser una oportunidad de salud para otros.
El coordinador de Donaciones del HRAE Puebla, Carlos Toral Echegaray, precisó que ambos riñones ya fueron trasplantados a dos pacientes con enfermedad renal crónica que atiende esta unidad médica de tercer nivel, quienes se encontraban en lista de espera. Se trata de dos varones, uno de 32 y otro de 33 años, quienes se reportan estables y con óptima evolución.
Las córneas obtenidas se trasladaron y entregaron al Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre” de la Ciudad de México, donde serán donadas mediante estrictos protocolos de bioseguridad y en bien de quien las reciba, coadyuvando a que recupere la visión.
Añadió que, en vida, la donante requirió ser intervenida quirúrgicamente en un hospital privado, donde desafortunadamente tuvo una complicación y cayó en muerte encefálica.
Al notificar a sus familiares, generosamente optaron por autorizar la donación de órganos y tejidos a través de este hospital, con la finalidad de que trascendiera al ayudar a sanar a otras personas, explicó.
El titular del instituto, Pedro Zenteno, felicitó al equipo médico y de enfermería, encabezado por el doctor Carlos Toral Echegaray, por actuar con gran sensibilidad humana en el abordaje de las familias de potenciales donantes en momento de duelo, y por su compromiso de trabajar con eficacia y prontitud para que cada uno de los órganos y tejidos obtenidos se aproveche y sea trasplantado a las personas en lista de espera más compatibles.