Como parte de la conmemoración de los 200 años de Nuevo León como Estado libre y soberano, el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda encabezó el inicio de las obras de la restauración del Arco de la Independencia, para las cuales se destinó una inversión de 20 millones de pesos.
En el evento, el mandatario estatal realizó la develación de la placa en el monumento arquitectónico que simboliza no solo un momento histórico, sino también el esfuerzo y la visión de aquellos quienes erigieron la entidad.
Hoy Nuevo León es lo que es por sus ancestros, por la visión de sus gobernadores y porque hubo familias regiomontanas que metieron capital, se convencieron de esas industrias, y se quedaron con ellas; y hoy las empresas más importantes de México, el 70% y por eso es una ciudad dinámica con empleo vibrante y número uno en todos los índices económicos, subrayó García Sepúlveda.
Acompañado de la Secretaria de Cultura, Melissa Denis Segura Guerrero y de Edgar Olaiz Ortiz, director general del Instituto de Planeación Urbana y Convivencia de Monterrey (Implanc) como representante del alcalde Luis Donaldo Colosio, el Gobernador indicó que esta restauración servirá para sumar a la empresa privada e impulsar un espacio con banquetas amplias, corredores verdes y libre de panorámicos.
García Sepúlveda informó que así como este proyecto, se trabajará en la renovación del Palacio de Gobierno, mismo que podría estar listo a mediados de marzo, en el que se estima una inversión de alrededor de los 2 a 3 millones de pesos.
“Vamos a renovar el Palacio de Gobierno, que está catalogado después del Zócalo capitalino, como el más bonito y grande de toda la República.
“Lo estamos renovando prácticamente va a ser una nueva Macroplaza, ya están las fuentes trabajando con agua, ya cambiamos piso, jardinería, baño nuevo, seguridad y viene el nuevo Museo, los nuevos vitrales” apuntó el Mandatario estatal.
En tanto, la titular de Cultura, Melissa Segura Guerrero destacó que la renovación del Arco forma parte del Plan Maestro de Cultura, con el que se busca resaltar la importancia del patrimonio escultórico de la ciudad.
La importancia de nuestro patrimonio cultural es incuestionable, y la Secretaría de Cultura ha asumido el compromiso de su salvaguarda como uno de los ejes estratégicos del plan maestro de cultura presentado el año pasado, que busca resaltar la importancia de nuestro patrimonio para celebrar nuestras identidades y conservar el legado de nuestras herencias culturales a través del Fideicomiso para la Conservación de Patrimonio Cultural, FIDECULTURAL, un modelo único a nivel nacional para la protección del patrimonio y que fue impulsado desde la ciudadanía por la promotora Carmen Junco, manifestó la funcionaria.
El Arco de la Independencia se inauguró el 16 de septiembre de 1910, creado por el arquitecto Alfred Giles, cuenta con un estilo neoclásico academicista, es un legado tangible de la era porfiriana en el país y de las ambiciones urbanísticas del entonces Gobernador de Nuevo León, Bernardo Reyes.
Para entender la importancia y el alcance del proyecto de restauración, es vital considerar el contexto político y social que lo rodea, pues fue diseñado bajo las políticas de desarrollo urbano modernista promovidas por Bernardo Reyes en sintonía con los ideales del régimen porfirista, que pretendían no solo embellecer la ciudad sino proyectar una imagen de progreso y estabilidad a nivel internacional.
En cuanto a la estructura misma del monumento, el Arco de la Independencia se compone de tres partes distintivas: el arco de piedra, la alegoría de la independencia y las águilas. El arco de piedra, está hecho con cantera utilizando técnicas precisas de corte y ensamblaje. Por otro lado, la alegoría de la independencia y las águilas, diseñadas por John Segesman y la W. H Mullins Co., están elaboradas en cobre laminado estampado en caliente y remachado sobre estructuras de barras de hierro, provenientes de la ciudad de Salem, Massachusetts.
En cuanto a la estrategia de conservación para este monumento emblemático, el objetivo principal fue abarcar todas las características y necesidades del Arco de la Independencia de manera integral y con personal altamente especializado, ya que hasta el momento, las intervenciones han sido fragmentarias y no integrales.
Para lograr este objetivo, se dividió el proyecto en tres etapas fundamentales: el proyecto ejecutivo, la intervención en materiales metálicos y la intervención en materiales pétreos.
En la primera etapa se ha realizado un exhaustivo levantamiento fotográfico y geométrico del monumento, utilizando tecnología de precisión como láseres en tres dimensiones y drones controlados remotamente para generar modelos analíticos en software especializado. Se contó con un equipo multidisciplinario de restauración integrado por arquitectos, estructuritas, restauradores de metal y piedra, geólogos, ingenieros e historiadores. Se llevó a cabo una investigación documental histórica para contextualizar el monumento en su entorno sociopolítico.
Con base en este diagnóstico, se han planificado una serie de actividades específicas para el trabajo de restauración, interviniendo materiales metálicos y pétreos, que se llevarán a cabo durante los años 2024 y 2025, respectivamente.
Este año se abordarán los elementos metálicos, donde se realizarán las siguientes actividades: desmontaje de escultura, eliminación de materiales ajenos al interior, limpieza fisicoquímica, con vapor y con quelante, eliminación de corrosión, corrección de ajustes y separaciones, reposición de algunos elementos, eliminación y reposición de soldaduras, patinación con sales de cobre, inhibición de corrosión, aplicación de capa de protección, reposición de la cadena de la alegoría y resanes puntuales.
En una etapa posterior, se trabajarán los materiales pétreos, donde se realizarán las siguientes actividades: eliminación de materiales ajenos y de intervenciones anteriores, identificación y eliminación de sales, limpieza, consolidación, reposiciones de soportes y relieves, reintegración cromática y rejuntado de sillares.
DMGS