El gobierno de Nuevo León, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, clausuró la refinería de Cadereyta debido a que el personal de las instalaciones de Pemex “se negó a colaborar” con las autoridades estatales que acudieron a realizar una inspección para verificar supuestas emisiones contaminantes.
La medida impuesta por la administración de Samuel García fue encabezada por el titular del Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz, al amparo de una resolución del juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa.
El gobierno estatal señaló que “ante la negativa de la refinería de Cadereyta de colaborar y recibir al equipo de la Secretaría de Medio Ambiente, y debido a la ostensible y notoria emisión de contaminantes a la atmósfera, que afecta a la población, esta mañana quedó clausurada la refinería Héctor R. Lara Sosa”.
Explicó que “con el fin de llevar a cabo la inspección para dar cumplimiento a la orden de la Juez Segunda en Materia Administrativa, el equipo de la Secretaría del Medio Ambiente acudió a la refinería de Cadereyta, sin embargo se les negó el acceso a pesar de la orden de la juez, por tal motivo se procedió a la clausura”.
La jueza Cynthia Anabel Gutiérrez del Segundo Distrito de Materia Administrativa facultó al Gobierno de Nuevo León para realizar inspecciones y clausuras temporales contra las instalaciones de la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con fundamento en el artículo 230 de la Ley Ambiental del Estado de Nuevo León, se aplicó la medida que tiene como alcance frenar las actividades de los equipos que estaban generando las emisiones, las cuales elevaron las concentraciones de partículas menores a 10 micras PM10, en ese municipio.
Mientras esperaba para hacer la visita, indicó que detectaron emisiones ostensibles de contaminantes en la atmósfera que se reflejaron en una calidad extremadamente mala en la estación de monitoreo de Cadereyta, por lo que procedieron a clausurar la refinería.
“Nos dimos cuenta de que había emisiones ostensibles en una de las chimeneas muy cercana allí a la puerta de recepción, motivo por el cual y fundamentados en el artículo 230 de la Ley Ambiental de Nuevo León, así como en los principios de propersona, pronatura y precautorio, se dictó la suspensión a los equipos que estaban generando las emisiones contaminantes”. “La Ley Estatal de Medio Ambiente nos faculta para actuar cuando hay contaminación ostensible, y luego dar aviso a las autoridades federales”, señaló el titular del Medio Ambiente de la entidad.
Precisó que al levantar el acta se colocó una lona en el sitio y, además, dijo, se notificará sobre los hechos a la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA).
Ante la negativa de la refinería para realizar la inspección, Alfonso Martínez informó que se trató de llegar a un acuerdo con el personal jurídico de la planta de Pemex, quienes al ver la suspensión por las emisiones, solicitaron se les fuera retirada; no obstante, no se concretó una negociación.
“Lo que ahí se comentó (...) es que estábamos muy entusiasmados, porque pensamos que se iban a hacer las inversiones necesarias para reducir la contaminación atmosférica; les explicamos también que estábamos nosotros atendiendo la resolución de una jueza, nos dijeron que quitáramos la clausura, les dijimos que sí, pero que nos dejaran entrar a hacer la inspección y bueno, no hubo acuerdo”.
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FGR