En Playa Pacífica fue localizado este martes el séptimo y último militar que desapareció hace dos semanas en las playas de Ensenada, Baja California, presuntamente por una “novatada”.
Elementos de la Secretaría de Marina hallaron el cadáver de Óscar Abraham Sánchez Reyna, quien aún portaba el uniforme del Ejército Mexicano y sus botas, el cual se encontraba flotando a 15 kilómetros mar adentro de la citada playa.
Sánchez Reyna, al igual que sus otros seis compañeros que también perdieron la vida, estaba a punto de graduarse como elemento de la Guardia Nacional.
Identifican cuerpos de la explosión de Xaloztoc, Tlaxcala; brindarán apoyo a las familias
Los militares desaparecieron el 20 de febrero pasado en el mar de Ensenada, el cual no se encontraba en condiciones aptas para ingresar y aún así fueron obligados a hacerlo, según relataron familiares de las víctimas.
Al momento del entrenamiento, 11 cadetes no pudieron contra la fuerza del mar, pero cuatro pudieron salvarse, mientras que los otros siete quedaron a la deriva en el mar.
Los nombres de los jóvenes muertos son Carlos Omar Frías Lanfard, Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, Brandon Francisco Gastélum Ayala, Fernando Isaías Pérez López, Luis Manuel Vilchis Díaz, Michael Arellano Wilkinson y Óscar Abraham Sánchez Reyna.
Los familiares de los jóvenes se manifestaron la semana pasada para exigir a las fuerzas castrenses que los atendieran, luego de señalar que no se les había dado información sobre sus hijos, los cuales provenían de distintos estados de México.
Este martes por la mañana en la conferencia del Presidente López Obrador, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval reveló que el director del Centro de Adiestramiento “Los Ciprés” se encontraba detenido, sujeto a investigación por su probable responsabilidad en estos hechos lamentables.
De acuerdo con los familiares de los jóvenes muertos, el alto mando militar preso es el coronel David López Hernández, a quien acusaron de no respetar los protocolos de adiestramiento y enviar a los cadetes al Pacífico pese al peligro por las fuertes olas del mar.
DMGS