La muerte del normalista Yanqui Kothan Gómez y la fuga del policía que presuntamente intervino en su asesinato encendió nuevamente el conflicto de Ayotzinapa.
Presuntos estudiantes de la escuela Raúl Isidro Burgos y de otras normales adscritas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), irrumpieron ayer en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Guerrero, en Chilpancingo, donde atacaron las instalaciones con artefactos explosivos de manufactura casera, ocasionando el incendio de 11 vehículos.
De acuerdo con reportes locales, los normalistas llegaron a bordo de al menos cuatro camiones, entraron a las instalaciones de la fiscalía y prendieron fuego a los automóviles que se encontraban en el estacionamiento. Se mencionó que el personal de la fiscalía fue desalojado de las instalaciones.
Los agentes que resguardaban el sitio se replegaron en un primer momento y después formaron un perímetro de seguridad, con apoyo de unos 300 elementos de la Guardia Nacional, que lograron replegar a los agresores. Después de unos 30 minutos, los presuntos normalistas se retiraron, sin que hubiera detenidos. La agresión dejó cuatro elementos heridos de la fiscalía y 19 de la Guardia Nacional.
Apenas el fin de semana, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México había advertido que no cesaría en sus protestas e incluso las recrudecería, debido a su molestia por el homicidio de su compañero normalista Kothan Gómez, por lo que no se descarta la posibilidad de que en las siguientes horas ocurran nuevas protestas y manifestaciones violentas, en caso de que las autoridades no avancen en las
investigaciones.
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DAN
