La crisis policial que hay en Campeche parece estar lejos de terminar pues la madrugada de este sábado 23 de marzo la gobernadora Layda Sansores acudió al cuartel tomado por lo elementos para anunciar la separación de dos mandos de sus cargos y la respuesta al pliego petitorio entregado, pero la respuesta no fue la esperada y los uniformados la corrieron en medio de rechiflas y gritos.
¿La razón? Tras anunciar la destitución de la subsecretaria del Sistema Penitenciario Prevención y Reinserción Social y del Director de la Policía Estatal Preventiva, los policías en paro reiteraron que quieren que la secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz, sea separada de su cargo, volviendo a recibir una negativa.
Sansores aseguró que no está “para cumplir caprichos”, lo que calentó los ánimos de los asistentes a lo que pretendía ser un diálogo y comenzaron a gritar que no es un capricho, después de ello los gritos de “¡Fuera!” se hicieron presentes, hasta que la funcionaria se retiró del lugar sin lograr conversación alguna, ni que sus respuestas a lo solicitado fueran aceptadas.
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Ya ven cómo comienzan con los gritos de agresión, yo no vengo a agredir, yo vengo relajada. Yo lo que les digo que para mí lo primero, por eso lo estamos dejando a la investigación. Piden diálogo, viene uno y se van, exclamó la gobernadora.
Antes de todo el revuelo que provocaron las declaraciones, la gobernadora dialogó con un policía quien le expuso la situación, la razón de su huelga y los puntos contenidos en dos pliegos petitorios, a lo que Sansores respondió que a ella solo le entregaron uno. Reiteraron que el punto irrevocable era la renuncia de Muñoz.
Tras el amago de retiro de los involucrados la gobernadora dijo que la próxima vez los recibiría en su oficina de 10 en 10 y se fue del lugar junto a su comitiva, los policías continuaron con los reclamos y gritos, siendo el de “¡Fuera Marcela!” el que predominó.