La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) confirmó este lunes la desaparición del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, desde el pasado 27 de abril, cuyo paradero se desconoce hasta el momento.
Tras expresar su consternación por lo ocurrido al prelado, en un comunicado solicitó de manera enérgica a los tres órdenes de gobierno su pronta y decidida intervención para localizar a monseñor Rangel Mendoza, con el propósito de que regrese a casa sano y salvo.
Asimismo, “hacemos un respetuoso pero firme llamado a quienes mantienen en cautiverio a monseñor Rangel Mendoza para que, en un acto de humanidad y considerando su delicado estado de salud, le permitan tomar de manera adecuada y oportuna los medicamentos que requiere para su bienestar. Reiteramos nuestra solicitud para su pronta liberación y regreso seguro a casa”, demandó.
Pidió a los gobiernos Federal y de los estados de Guerrero y Morelos, así como a las autoridades municipales correspondientes para que, en el ámbito de sus respectivas competencias, actúen de manera coordinada y eficaz a fin de dar con el paradero del obispo emérito.
Informó que ya se procedió a la apertura de la carpeta de investigación correspondiente ante la Fiscalía General de Morelos, específicamente en la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas y Cometida por Particulares, con el fin de que se realicen todas las diligencias necesarias que conduzcan al esclarecimiento de los hechos y al pronto regreso con bien del obispo emérito.
La CEM hizo un llamado a la sociedad en general para que, en la medida de sus posibilidades, proporcione cualquier información que pueda contribuir con las investigaciones.
“Elevamos nuestras oraciones por monseñor Salvador Rangel, su familia, seres queridos y por todos aquellos que sufren las consecuencias de la violencia e inseguridad. Confiamos en que las autoridades actuaran con la debida diligencia y prontitud para resolver favorablemente este caso.
“Invitamos a todas las comunidades celestiales a unirnos en oración por esta intención durante las celebraciones eucarísticas”, señaló el secretario general de la Conferencia de Episcopado Mexicano, Ramón Castro.
El obispo emérito Salvador Rangel denunció hace algunas semanas que había sido amenazado de muerte por grupos criminales, luego de que fue uno de los que se reunió con dirigentes de “Los Tlacos” y “Los Ardillos” para establecer una tregua al clima de violencia en Guerrero.
En una entrevista radiofónica declaró: “Estoy amenazado, y le voy a decir, hasta sentenciado a muerte, yo no sé si por el gobierno, o por estos capos, pero yo sigo en la línea”.
Versiones extraoficiales establecieron que monseñor Rangel se detuvo a las 20:45 horas en un restaurante del municipio Emiliano Zapata en Morelos, y después ya no se supo de su paradero.
DMGS
