A petición de la Embajada de Cuba en México, los médicos de ese país que realizaban su labor en el poblado El Palmito, en el municipio sinaloense de Concordia, fueron retirados ante la situación de violencia e inseguridad que prevalece ahí desde el pasado 9 de septiembre.
La salida de los profesionistas caribeños de esta comunidad fue confirmada ayer por el secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo, en declaraciones al diario digital Espejo.
El funcionario indicó que la representación diplomática cubana pidió el retiro y resguardo de los profesionistas de su país, los cuales habían sido contratados debido a que en El Palmito, poblado ubicado en la sierra, no era posible tener médicos mexicanos permanentemente.
La crisis de violencia en Sinaloa, que ayer cumplió 17 días, convirtió a El Palmito en un pueblo fantasma, ya que prácticamente todos sus habitantes dejaron sus casas y se dirigieron hacia otros lugares del estado o a Durango, ante las amenazas del crimen organizado.
El secretario de Salud estatal confirmó este desplazamiento masivo y comentó que los médicos cubanos fueron los últimos en abandonar este poblado de la zona serrana.
En tanto, la violencia en Sinaloa provocó una lluvia de cancelaciones de eventos culturales, cívicos y recreativos. Hasta el momento han sido cancelados 12 conciertos, cuatro actos culturales y uno cívico, que fue la ceremonia del Grito de Independencia.
La más reciente cancelación, la que más revuelo causó ayer en las redes sociales, fue el concierto de Luis Miguel, que estaba programado para mañana en Culiacán, cuyas entradas se vendieron en tiempo récord.
También fueron cancelados los festejos por el 493 aniversario de la fundación de Culiacán, el evento más importante de la capital del estado, el cual se llevaría a cabo a partir de mañana y hasta el domingo, y que incluía diversas actividades recreativas, romería, juegos mecánicos y conciertos.
La violencia no cesa. Ayer fueron localizados dos cuerpos con impactos de arma de fuego en la vialidad conocida como La Costerita, en la zona sur de la ciudad de Culiacán. Además, aparecieron narcomantas y hombres armados arrojaron “ponchallantas” sobre el bulevar Enrique Sánchez Alonso, a la altura del desarrollo urbano Tres Ríos.
Daños colaterales
Al mediodía, el titular del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Miguel Calderón Quevedo, afirmó que es lamentable que a casi tres semanas del inicio de la crisis de violencia en Sinaloa, se sigan reportando muertes de personas inocentes, como daños colaterales.
Recordó que casi al inicio de las confrontaciones ocurrió el ataque a balazos a un camión en el que se trasladaban trabajadores de una empresa de carnes, donde una mujer recibió cuatro balazos.
Días después, continuó, un trabajador del rancho El Tamarindo quedó en el fuego cruzado entre militares y delincuentes y perdió la vida, en la comisaría de Bellavista.
Y el más reciente caso, apuntó, fue la muerte del abogado Juan Carlos Sánchez, quien quedó en el fuego cruzado durante un enfrentamiento entre grupos de la delincuencia organizada y elementos del orden.
“Es muy lamentable que haya habido víctimas inocentes, pero también hay que recordar que cada uno de los delincuentes que caen también tiene familias y hay que lamentar la muerte de ellos. La violencia es lamentable por todos los ángulos”, declaró el dirigente, en entrevista colectiva.
Por otro lado, familiares y amigos de los jóvenes Nery Alejandro Villalobos Bustamante y Alejandro Trujillo Cruz realizaron una marcha y bloquearon un acceso a la avenida Luis Donaldo Colosio, al sur de Mazatlán, para exigir su localización con vida.
A gritos y con lonas en las que estaban impresas las fichas de búsqueda correspondientes, exigieron a las autoridades que hagan todo lo que sea necesario para dar con el paradero de las víctimas, las cuales fueron “levantadas” en diferentes acciones, en el contexto de la ola de violencia que azota a Sinaloa.
Medios locales reseñaron que Nery Alejandro Villalobos Bustamante fue sacado de su vivienda por hombres armados, quienes además robaron sus pertenencias, y se lo llevaron a un lugar desconocido, mientras que Alejandro Trujillo Cruz fue extraído con violencia de un centro de rehabilitación del puerto turístico, sin que hasta el momento se conozca su paradero.