La crisis de violencia que azota a la región centro del estado de Sinaloa cumplió ayer 21 días con un saldo de al menos 109 muertos, lo que significa que en este lapso han sido asesinadas cinco personas cada día en promedio.
El reporte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal consigna 98 homicidios dolosos hasta el pasado viernes. A esta cifra se suman siete ocurridos el sábado y al menos cuatro ayer, para un total de 109.
La plataforma oficial también señala que según las “fuentes abiertas”, es decir, los medios de comunicación, hasta el viernes habían sido privadas de la vida 107 personas, por lo que al sumar a los del sábado y domingo, la cifra de decesos sería de 118, aunque algunos medios consignan, según su propio recuento, que van más de 125 muertos.
Ayer, en demanda de paz y seguridad, cientos de personas marcharon desde la plaza Cuatro Ríos hacia el parque Las Riberas, en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.
La manifestación llevó por nombre “Culichis por la paz. Marcha y encuentro ciudadano” y, de acuerdo con los convocantes —el colectivo Culiacán Valiente—, el objetivo fue que los habitantes de Culiacán se apropiaran nuevamente del espacio público, al cual no han podido acceder desde hace 21 días, debido a la ola de violencia que azota a buena parte de la entidad.
Desde las 10:00 horas los ciudadanos comenzaron su recorrido en la zona comercial más moderna de Culiacán, justamente en el lugar en donde el 21 de septiembre se registró un fuerte enfrentamiento entre un grupo armado y elementos de las fuerzas del orden. Los participantes, quienes acudieron a la cita con playeras blancas, pedían a gritos ¡paz!
En la protesta estuvieron comerciantes, colectivos feministas, de motociclistas y de madres buscadoras, y ciudadanos independientes, todos resguardados por agentes de tránsito y personal de Protección Civil del estado de Sinaloa. “Queremos Paz” y “Culichi que se respeta, quiere la paz completa”, eran algunas de las consignas.
Al iniciar la marcha, los ciudadanos gritaban “Somos más los buenos”, y las madres buscadoras alzaban su voz para clamar: “Ni un desaparecido más”.
Al término de la manifestación se realizaron actividades como presentaciones artísticas, venta de emprendimiento de comida y un bazar, como parte de las acciones para reconstruir el tejido social en Culiacán.
Sinaloa atraviesa por una ola de violencia, generada por la disputa entre las facciones de la delincuencia organizada de Los Chapitos y La Mayiza, lo que ha obligado a la suspensión de actividades comerciales, educativas y recreativas en la capital y en al menos otros tres municipios desde hace 21 días.
Ayer en la madrugada se reportó que un vehículo quedó envuelto en llamas tras ser atacado a balazos e incendiado en el fraccionamiento Costa del Sol, al sur de la ciudad.
Más tarde se reportó que cuatro personas fueron ejecutadas en distintos puntos del estado. Una de las víctimas fue identificada como Héctor Ramón Escobar Manjarrez, hermano del exalcalde de Elota, Geovanni Escobar Manjarrez, y del exdiputado federal y líder agrícola, Germán Escobar Manjarrez.
Además, un hombre resultó herido tras ser atacado a balazos en el fraccionamiento Zona Dorada, durante la madrugada, y los medios locales reportaron al menos tres “levantones”.
Reparto a domicilio
En la madrugada de ayer se registró el saqueo en una tienda deportiva que se ubica en la esquina de la avenida Álvaro Obregón y la calle Benito Juárez, a unos metros del Ayuntamiento de Culiacán, en donde desconocidos rompieron un cristal y se llevaron mercancía.
Ya por la mañana se supo que durante todo el fin de semana, la zona centro de Culiacán vivió una jornada de violencia, con ataques por parte de desconocidos a todo tipo de negocios, como taquerías, restaurantes de sushi, farmacias, tiendas de conveniencia, una zapatería y hasta varios carritos de hot dogs.
El presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán, Óscar Sánchez, denunció que en lo que va de la crisis de violencia se han registrado 35 ataques a establecimientos, al menos ocho de ellos en el primer cuadro de la ciudad.
Precisó que las agresiones han consistido en quiebras de cristal, saqueos nocturnos a tiendas departamentales, robos a la infraestructura de locales y asaltos a locales abiertos al público, situación que ha afectado al gremio, de por sí castigado por no poder abrir con regularidad.
Ante la ola de violencia que vive el estado, la presidenta de la Cámara de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados de Culiacán, Laura Guzmán Torróntegui, mencionó que varios de sus agremiados han optado por cerrar y dedicarse sólo al reparto a domicilio.
La dirigente pidió a las autoridades que generan protocolos de seguridad que les permitan a los empresarios decir a los comensales cómo actuar ante una situación que ponga en riesgo su vida o su integridad física y cómo se pueden resguardar en caso de una contingencia por violencia.
Medios locales de comunicación reprodujeron testimonios de dueños de comercios del primer cuadro, los cuales atribuyen la ola de saqueos y ataques vandálicos de los últimos días a que no hay vigilancia.
Y es que, a partir del miércoles de la semana pasada, todos los elementos de la Policía Municipal quedaron en los hechos inhabilitados, pues el Ejército realiza una labor de revisión de las armas y de los antecedentes de los uniformados.
A partir de entonces, la vigilancia de la capital quedó a cargo de la Guardia Nacional, cuyos elementos están dedicados a inhibir acciones de la delincuencia organizada, pero no lograron evitar los ataques a comercios que, dijeron los entrevistados, no parecen venir de los grupos que están en pugna.
Ayer, el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámiz, encabezó una sencilla ceremonia para conmemorar el 493 aniversario de la fundación de la ciudad, y luego acudió a una misa para rezar por la paz.