La ola de violencia que azota a Sinaloa desde hace ya casi tres meses provocó un alza de 354 por ciento en el delito de robo de vehículo, uno de los ilícitos que más se han presentado dentro de la actual crisis.
De acuerdo con el reporte de unidades robadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP), en el mes de octubre del 2023 se reportó el robo de 109 vehículos, cifra que se disparó a 495 en el mismo mes de este 2024, lo que representa un alza de 354 por ciento.
El crecimiento de este delito se presentó de manera paulatina a partir de que empezó la ola de violencia, desatada por la pugna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, a raíz del secuestro y detención de Ismael El Mayo Zambada.
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La crisis inició el 9 de septiembre de este año. Durante ese mes se abrieron 325 carpetas de investigación por el delito de robo de vehículo, lo que significó un aumento de 177 por ciento con relación al mismo periodo del 2023, cuando hubo 117 casos. Un mes después —el corte más reciente— ya se había disparado a 354 por ciento el alza en este ilícito.
Un dato revelador es que durante septiembre y octubre de este año, es decir, en los dos primeros meses de la crisis, se reportó oficialmente el robo de 920 automotores, cifra que rebasa el total de atracos de este tipo cometidos en los ocho meses anteriores a la ola de violencia, ya que de enero a agosto de este año se abrieron 820 carpetas de investigación.
Al respecto, el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, ha reconocido reiteradamente en diversas apariciones públicas que las unidades robadas en muchas ocasiones son utilizadas por los grupos criminales en pugna para delinquir.
En tanto, la violencia no para en la entidad gobernada por el morenista Rubén Rocha Moya. Este domingo, habitantes de la comunidad La Bandera, del municipio de Navolato, fueron despertados por el sonido de una fuerte balacera, registrada cerca de las 8:30 horas.
Los pobladores se resguardaron en sus casas y los negocios no abrieron, por lo que la comunidad, tradicionalmente llena de vida por los múltiples puestos de comida, permaneció como pueblo fantasma en el transcurso del domingo.
Horas antes, un hombre que era perseguido a balazos estrelló su vehículo en contra de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, en Culiacán, lo que provocó daños materiales al inmueble y al auto, mientras que el conductor resultó ileso.
La titular de la FGE, Claudia Zulema Sánchez Kondo, dijo en entrevista colectiva que el choque fue contra el portón de las oficinas que se localizan sobre el bulevar Enrique Sánchez Alonso, en la colonia Desarrollo Urbano Tres Ríos.
Indicó que al conductor lo venían persiguiendo desde la colonia Las Huertas hombres armados, lo que se confirmó al detectar un impacto de bala en un costado del vehículo, del lado del piloto.
En tanto, en el transcurso de ayer al menos cinco personas fueron asesinadas en diferentes puntos del estado. Una de las víctimas fue el exsecretario de Seguridad Pública de Mazatlán, Juan Ramón Alfaro Gaxiola, quien fue atacado por hombres armados afuera de su casa, en la colonia Hacienda del puerto turístico.
Además, cerca de las 11:00 horas, en las inmediaciones del ejido El Huizache, dentro del fraccionamiento Residencial la Primavera, en el municipio de Culiacán, se reportó el hallazgo de tres cuerpos sin vida, con huellas de tortura y envueltos en bolsas de color negro.
En este contexto, el gobernador Rubén Rocha dio ayer el banderazo de salida a la Caminata Naranja, un evento que tiene la intención de concientizar sobre la importancia de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.
Ahí, en entrevista, el mandatario lamentó la muerte de dos policías estatales en el transcurso de la semana, a manos de delincuentes, pero dijo que la mayoría de los homicidios son en contra de civiles, lo cual “también debe ser una preocupación de la sociedad”.
A mediodía, al oficiar la misa principal en la Catedral de Culiacán, el padre Ramón Alberto Ibarra Ayala, rector del Seminario, indicó que “no es normal que a diario aparezcan en la capital del estado personas muertas; da la impresión de que se vive en la anarquía”.
En suplencia del obispo de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñonez, el padre Ramón Alberto Ibarra llamó a los feligreses a “no justificar lo que sucede, en una evolución en la que muchas personas aducen que es normal lo que sucede, no sólo en el tema de la seguridad, sino en los comportamientos sociales”.
Insistió en que, “el hecho de que mucha gente tenga nuevas conductas, entre ellas las delictivas, no es normal”.