En riesgo, bastiones del PAN

Comicios de Veracruz y Durango, prueba de fuego para la oposición

Acción Nacional gobierna los principales municipios en juego, pero Morena empuja fuerte; en la primera entidad las elecciones pueden darle mayor estabilidad política a la gobernadora Rocío Nahle, dice especialista de la UNAM

Comicios de Veracruz y Durango, prueba de fuego para la oposición. Foto: larazondemexico

Los partidos políticos de Durango y Veracruz velan armas de cara a las elecciones municipales que tendrán lugar el próximo 1 de junio, las cuales representarán una prueba de fuego para la oposición que, por diversos factores, está en riesgo de perder los importantes bastiones políticos que posee.

En los procesos electorales que ya arrancaron, en Durango están en juego 404 cargos de elección popular, entre ellos 39 presidencias municipales y 326 regidurías, mientras que en Veracruz los ciudadanos votarán por mil 54 cargos, de los cuales 212 son presidencias municipales y 630 regidurías.

En ambos estados, los principales cargos están actualmente en manos de la oposición, pero casi todos fueron ganados hace tres o cuatro años, según el estado, mediante alianzas PAN-PRI-PRD, algo que se ve difícil que se repita.

Además, el partido Morena viene empujando fuerte desde hace cuatro años, al grado de que en las elecciones del 2024 ganó las senadurías de mayoría y casi todas las diputaciones federales en ambos estados.

De los partidos de oposición que se coligaron en 2021 y 2022 —según la entidad—, el PRD ya no existe, pues perdió el registro en las dos. El PRI no gobierna ningún municipio de relevancia y en el PAN avanza la tendencia hacia no volver a hacer alianza con el tricolor.

Gráfico ı Foto: Especial

Las principales alcaldías de ambas entidades están gobernadas por militantes del PAN, lo que le da a este partido cierta fuerza para competir solo, algo que dejaría al PRI al garete.

La capital de Durango, por ejemplo, está gobernada actualmente por José Antonio Ochoa Rodríguez, quien arrasó en las elecciones del 2022 con el 49.58 por ciento de la votación, cuando compitió por la alianza PAN- PRI-PRD. Ahora Ochoa Rodríguez se perfila para buscar su reelección, pero sólo por Acción Nacional, partido del cual es militante.

Lo mismo se espera que ocurra en el municipio de Gómez Palacio, el segundo en importancia del estado, en donde en el 2022 la panista Juana Leticia Herrera fue postulada por la alianza PAN-PRI-PRD y obtuvo el triunfo con el 55.51 por ciento de la votación.

El pasado 4 de enero, el dirigente del PAN en este municipio, Roberto Favela Escobedo, dio como un hecho que su partido competirá solo en los comicios del próximo 1 de junio. “Nosotros, en lo particular, desde el principio lo marcamos; ya no queremos ir en alianza, ni en coalición, ni en candidatura común con el PRI”, declaró ante medios locales.

El CEN del PAN delegó a las dirigencias estatales de Durango y Veracruz la decisión sobre competir solos o en alianza con el PRI, lo cual debe quedar definido a la brevedad, pues las precampañas inician en el primer caso el 15 de enero y en el segundo a principios de febrero.

Un factor que deben tomar en cuenta las cúpulas panistas de Durango es que, si bien su partido gobierna los dos principales municipios, el partido Morena encabeza por sí mismo 15 de las 39 demarcaciones, mientras que el PVEM tiene dos y el PT uno, por lo que los partidos de la 4T tienen casi la mitad de los ayuntamientos.

En Veracruz hay todo un galimatías político. Al igual que en Durango, los principales municipios están en manos de la oposición, con militantes del PAN, pero que fueron impulsados por la familia Yunes, ahora ligada a Morena.

En el puerto de Veracruz, que concentra la mayor lista nominal de la entidad, la carta más fuerte de Acción Nacional es la actual alcaldesa, Patricia Lobeira. El problema es que Patricia es esposa del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, considerado “traidor” por el PAN.

En Boca del Río se espera que el alcalde Juan Manuel de Unanue Abascal, quien ganó en el 2021 con el 56.65 de votos sin alianza, busque su reelección. Pero Unanue también está estrechamente ligado a los Yunes, quienes ejercen un cacicazgo en la zona conurbada costera desde hace varios años.

Para evitar el activismo de los Yunes, el pasado 6 de enero la dirigencia estatal del PAN determinó cancelar todos los procesos internos y definir las candidaturas a presidencias municipales mediante designaciones directas. Sin embargo, si Acción Nacional no postula a los yunistas, estará en riesgo de perder sus bastiones del puerto de Veracruz y de Boca del Río.

En tanto, Morena se enfrenta a la presión que hacen los Yunes para imponer a sus candidatos, lo que podría generar fricciones en el partido guinda, pues hay varios aspirantes ajenos a los Yunes que ya levantaron la mano para asumir el reto de capturar para la 4T la zona conurbada portuaria.

Hasta el momento ya se apuntaron al proceso interno de Morena en el puerto de Veracruz cuatro aspirantes, ninguno cercano a los Yunes: la diputada federal Rosa María Hernández Espejo, el diputado local José Ricardo Ruiz, la exdiputada Anilú Ingram y el candidato del 2021, Ricardo Exsome.

Y para Boca del Río ya están anotadas la regidora Ana Cristina Morales Villar y la diputada local del guinda Bertha Rosalía Ahued Malpica, ajenas también al círculo yunista.

El FACTOR YUNES. El politólogo de la UNAM Salvador Mora mencionó que de los dos estados en donde habrá elecciones municipales, el caso de Veracruz es clave, por el gran tamaño de su padrón electoral y porque permitirá evaluar la gestión del gobernador saliente, Cuitláhuac García.

En entrevista con La Razón, el académico señaló que las condiciones actuales en esta entidad favorecen a Morena y le podrían permitir a la nueva gobernadora, Rocío Nahle, contar con una situación política más estable, al tener su partido la gubernatura y la mayoría de las presidencias municipales.

“Es un escenario que favorece mucho a Morena, no dejo de valorar que el estado está prácticamente dominado por este partido, derivado mucho del dominio que ha logrado a nivel federal”, dijo.

Añadió que la salida de los Yunes del PAN le provocará problemas políticos y electorales a este partido en Veracruz y, por ende, no será una opción fuerte en los comicios municipales, que ya están a la vuelta de la esquina.

“Me da la impresión de que a veces no se pone atención en el dato de la importancia que tienen las cúpulas de dirigentes políticos al interior de los partidos, para delinear éxitos o fracasos electorales”, expresó.

Y agregó: “Hoy veo con preocupación que las democracias locales están siendo limitadas o acotadas por un avasallamiento de Morena y la maquinaria que ha implementado”.

Respecto a la conveniencia o no de que el PAN y el PRI vuelvan a competir coaligados, como hicieron en Durango y Veracruz en el 2021 y 2022 y a nivel federal en el 2024, Salvador Mora consideró que en las pasadas elecciones ambos partidos salieron “demasiado raspados”, cuando tuvieron a Xóchitl Gálvez como candidata común, pero ahora los liderazgos nacionales tendrían que valorar si se vuelven a coaligar o no.