El próximo mes de noviembre, Luis Emanuel Galván se convertirá en padre, y en la empresa en la que trabaja ya le avisaron que sólo le darán una licencia por cinco días para compartir la llegada de su hijo con su esposa, lo que él considera insuficiente.
Emanuel contó a La Razón que el proceso para obtener esa licencia es largo, pues en cuanto se sabe del embarazo se debe avisar a la empresa, para que ésta inicie los trámites, “y ya después, cuando se va acercando la fecha o cuestiones así, pues ya yo le voy avisando a mi jefe, bueno, a mi supervisor”.
El futuro papá mencionó que la cercanía del Día del Padre debe servir para reflexionar sobre la inequidad que existe en cuanto al apoyo que reciben las mujeres y los hombres ante el nacimiento de un bebé.
Consideró que lo mínimo que debería recibir un padre como licencia son diez días, “por el hecho de que te tienes que ir adaptando con tu pareja y pues como que cinco días se pasan muy rápido, ya de entrada pierdes uno en lo que sale del hospital la mujer, por decirlo así y entonces ya nadamás te quedan cuatro”.
De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en 30 de las 32 entidades federarivas del país existen licencias de paternidad con diferentes rangos. De éstas, en 16 casos se rebasa el mínimo de cinco días que establece la Ley Federal del Trabajo.
Los estados en donde las leyes locales establecen la mayor licencia de este tipo son Nuevo León y Quintana Roo, con 60 días con goce de sueldo.
En seguida está Hidalgo, con 56 días de licencia de paternidad y luego están el Estado de México y Tlaxcala, con 45 días.
